Un hombre de 20 años, detenido a mediados del año pasado acusado de participar en un secuestro extorsivo a un joven de nacionalidad china, quedó desvinculado del hecho y firmó un acuerdo abreviado por un delito menor. Si bien en un primer momento se lo señaló como la persona que entregó un arma utilizada en el secuestro, no hubo elementos que permitieran sostener esta hipótesis fiscal por lo que el Ministerio de la Acusación acordó con la defensa particular del imputado una pena de dos años de prisión en suspenso por el delito de tenencia de arma de fuego. Por su parte, hay otras cuatro personas vinculadas al hecho. Tres de ellas permanecen detenidas y esperan la acusación fiscal en los próximos días, mientras que una joven, que era menor al momento del hecho, se encuentra a disposición de un Juzgado de Menores.
El 18 de Julio de 2014, Guan G., de 22 años, salió del comercio de su padre ubicado en San Lorenzo al 3700 y a metros del supermercado fue interceptado por dos hombres y una mujer que, a punta de pistola y golpes de puño, subieron al muchacho a un automóvil.
Poco después, el padre de la víctima recibió un llamado. Del otro lado del teléfono, su interlocutor le solicitó la entrega de 150 mil pesos a cambio de su hijo vivo.
Según la acusación fiscal, a cargo de Karina Bertucci y Mariela Oliva, un carnicero identificado como Juan Carlos A., su pareja Julieta Nair P., (por ese entonces menor de edad) y un ex convicto identificado como Juan Carlos D. interceptaron a la víctima, la subieron a bordo de un Peugeot 504 rojo conducido por Marcelo Ariel A., de 40 años y lo trasladaron a una propiedad ubicada en Gaboto al 3100 donde permaneció cautivo por 36 horas. Según las fiscales, los sospechosos se dividieron tareas: mientras unos cuidaban al joven a cara descubierta, otros negociaban y sostenían el grupo.
La negociación implicó instrucciones para efectuar la entrega de dinero, aunque ello no se concretó y el joven fue liberado. Los sospechosos fueron detenidos a principio de agosto, junto a ellos además cayó Ezequías Joel B., novio de una hermana de otro de los sospechosos. La teoría fiscal fue que el detenido conocía el plan criminal y brindó apoyo. En su domicilio se secuestró un arma calibre 22 presuntamente utilizada para efectuar el secuestro, según la imputación. Sin embargo, con el correr de la investigación no surgieron elementos que respaldaran esta teoría, incluso se efectuaron ruedas de reconocimiento que dieron negativo. Ante ello, las fiscales Bertocci y Oliva llegaron a un acuerdo con la defensa de Ezequías Joel B., a cargo de Daniel Marini, y enmarcaron el hecho en una tenencia de arma de uso civil sin la debida autorización lo que trajo aparejado una condena de dos años de prisión en suspenso para el acusado. A su vez se fijaron reglas de conducta por el mismo término, entre ellas someterse al control de la Dirección Provincial de Control y Asistencia Pos Penitenciaria, fijar domicilio y evitar el consumo de estupefacientes o bebidas alcohólicas. Además se solicitó el decomiso el arma secuestrada.
Luego de la exposición, el juez Alejandro Negroni explicó en detalle el procedimiento abreviado al acusado, quien prestó su consentimiento por lo que el mismo fue homologado por el magistrado. Por su parte, el resto de los acusados permanecen detenidos y es inminente la presentación de la acusación fiscal que será gravosa ya que se les achaca el delito de secuestro extorsivo agravado por la participación de tres o mas personas y la participación de un menor –cuya situación procesal se tramita en un Juzgado de Menores– encuadre legal que tiene un mínimo de 10 años de prisión a lo que debe sumarse los agravantes.