Más allá de que la salida de Gustavo Lalima de la dirección técnica pudo haber sido leída como una posibilidad de que Provincial dude en su continuidad en la Liga Argentina, todo indica que el plan del Rojo sólo fue cerrar de la mejor manera un ciclo brillante y generar variantes y nuevo impulso para consolidar su proyecto, y que la participación en la segunda categoría nacional seguirá siendo el espejo para que se refleje el básquet del club.
La dirigencia ya comenzó a moverse para generar los recursos en pos de mantenerse a un paso de la elite, y es probable que pronto haya novedades. Obviamente los rumores de una Liga Argentina regionalizada y con menos gastos de traslados alientan la continuidad, pero todavía no hay confirmación de esas voces en off.
Además de la vital faceta económica, las prioridades después serán la búsqueda del entrenador y el rearmado de un plantel que tendrá seguramente a Boccia como objetivo principal y ya con Pablo Fernández en el plano dirigencial, esta vez difícilmente con los cortos, al menos en Liga Argentina.
¿Por qué sería una gran noticia que Provincial jugara?
Porque Rosario parece haber entendido al fin que los caminos de la Liga no están tan lejos, que los protagonistas locales (jugadores, entrenadores, árbitros, comisionados, periodistas, dirigentes) pueden lograr una adaptación satisfactoria; que a veces al sacrificio, a la motivación y al talento sólo le hace falta la determinación y la oportunidad. Y esta es otra nueva chance.
¿Qué hay que entender?
Qué hay que brindarse para recibir, que hay que construir cultura, generar empatía, siempre sumar, nunca restar y menos dividir. Es verdad que alcanza con un loco para ir tras de un sueño, de algunos más para concretarlo, pero en la misión de sostenerlo tienen que ser muchos los que aporten la constancia necesaria, el paso a paso que no se ve en el momento de las epopeyas, pero que en definitiva construyó el camino. Provincial tiene una base de la casa incluso en la tribuna y fue el portador del estandarte para que Rosario retorne a la Liga Argentina, pero esta vez uno de los objetivos en todo ámbito debería ser contagiar a toda la ciudad y generar un contexto y marco de espectáculo que invite a estar. No es sencillo, pero vale la pena.