Hay que domar al león. Hay que darla vuelta. Dos premisas que se escucharon desde las Paso hasta ahora, dos premisas que mandaban tanto en Juntos por el Cambio como en Unión por la Patria para mejorar la performance de las verdaderas encuestas que son las primarias y que tiñeron de violeta el mapa argentino. Con Massa a la cabeza el peronismo salió a militar.
Y con las elecciones a gobernador ya jugadas en gran parte del país, sólo quedaba salir a la calle y buscar el voto, tanto del que se quedó en su casa en las Paso como de aquellos que ponían en Javier Milei el voto desilusión. Si bien de las Paso a las generales el porcentaje de participación subió de 70 al 74 por ciento, lo que sumó más de un millón de votos, fueron las elecciones con mayor ausentismo en 40 años de democracia.
Que Massa haya llegado a esta altura es una especie de milagro si se tiene en cuenta el 140 por ciento de inflación y las constantes corridas que va provocando el mercado. Así como los anuncios de Milei y sus futuros ministros sobre venta de órganos, niños y privatización de los mares no parecen afectar a sus votantes, la posibilidad de una democracia en peligro con derechos licuados determinaron el salto del peronismo. También ayudó el radicalismo, que aseguró que el discurso de Milei está lejos de su plataforma y que si bien apostaban a Patricia Bullrich en estos comicios, apuntan a Massa en el balotaje.
Qué pasó con Bullrich? Algunos analistas afirman que gastó toda su nafta en pelear con Horacio Rodríguez Larreta y con una campaña polarizada no encontró un espacio para ubicarse. Se volcó a la derecha para ganar la interna y se encontró con ese lugar ocupado por Milei en las generales. Era la favorita de los medios hegemónicos, y también de los poderes concentrados. Y perdió. Ahora habrá que ver cómo se reconvierte una fuerza política joven cuyo principal líder, Mauricio Macri, hoy coquetea con Milei y con una Bullrich derrotada.
Como en toda elección presidencial argentina, en provincia de Buenos Aires se libran todas las batallas. Y Axel Kicillof arrasó otra vez con casi el 45 por ciento y con él fueron gran parte de los votos del peronismo. Su proyección es la más importante al futuro y el gran capital con el que el peronismo cuenta para el futuro.
En Santa Fe Romina Diez de La Libertad Avanza se imponía como la diputada nacional más votada con el 32 por ciento, seguida por Germán Martínez, de Unión por la Patria, que obtenía el 28.9, José Núñez de Juntos por el Cambio con 26.8 y La Fuerza de Santa Fe con 9.8. De esta manera Santa Fe aportaba 3 diputados por cada una de las fuerzas mayoritarias y uno del Socialismo. Si bien en toda la provincia se imponía Javier Milei, en Rosario ganaba Massa con un 34 por ciento.
El camino al balotaje parece más certero. Y en ese sentido será fundamental el papel del radicalismo, el peronismo de Juan Schiaretti, y los votantes de Bullrich a la hora de elegir por dónde inclinarse, con dos propuestas totalmente opuestas a la hora de pensar un país.