Al menos diez personas murieron y otras veinte resultaron heridas cuando un menor cargado de explosivos se inmoló este viernes en una localidad del este de Afganistán, durante la boda de un sobrino de un importante miliciano local que figura entre los fallecidos.
El atentado se produjo a primera hora de la mañana en el distrito de Pachir-Aw-Agam, en la provincia de Nangarhar, y según la información inicial dejó diez muertos, incluido el suicida, afirmó el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.
El ataque en el interior de una vivienda lo perpetró un adolescente cargado de explosivos y el objetivo era Hajji Turkhan, comandante de una milicia local que combate a la insurgencia, añadió el portavoz.
El comandante, que asistía a la boda de su sobrino, se encuentra entre los fallecidos, concluyó Khogyanai.
El atentado aún no ha sido reivindicado y los talibanes negaron su participación, de acuerdo con un mensaje en la red social Twitter de su portavoz Zabihullah Mujahid, que subrayó que sus militantes no tienen «nada que ver» con lo sucedido, citó la agencia de noticias EFE.
En la provincia de Nangarhar se encuentra el principal bastión del grupo islamista radical Estado Islámico (EI), que suele estar detrás de atentados suicidas con víctimas civiles.
Los sucesos relacionados con bodas se han sucedido durante los últimos años en Afganistán.
En la mayoría de los casos, las muertes se produjeron por la detonación de explosivos colocados en carreteras o errores de las fuerzas de seguridad, al bombardear las congregaciones creyendo que se trataba de reuniones de insurgentes.
Uno de los mayores atentados en el país durante una boda se produjo en 2010, cuando un atacante suicida detonó los explosivos que portaba en una ceremonia en la provincia meridional de Kandahar, causando al menos 40 muertos y casi un centenar de heridos.