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Un modelo especulativo en riesgo y con poca capacidad de reacción

La especulación financiera defendió sus intereses en detrimento de la economía nacional. El gobierno apuntó a la oposición luego de que el dólar supere su techo histórico. Especialistas analizaron el fenómeno post electoral y la pasividad oficialista

El domingo electoral quedó opacado por un lunes en el que la agenda económica acaparó la atención central. El valor del dólar superó cómodamente el techo histórico y el oficialismo, lejos de detectar errores en el modelo económico, cargó las tintas contra la oposición.

En diálogo con El Ciudadano, especialistas en materia económica y financiera, brindaron su punto de vista sobre una jornada negra para la economía Argentina que sufrió un claro deterioro en cuestión de horas. Los economistas Esteban Guida y Federico Fiscella se refirieron a un modelo especulativo que corre peligro ante la mala performance del gobierno en las urnas, y al escaso accionar preventivo del Banco Central, en un escenario previsible luego de los resultados electorales.

Ya en los discursos, previo a los resultados oficiales, Marcos Peña y el propio Macri reconocían la derrota, y advertían sobre las consecuencias que la victoria opositora podría generar en los mercados.

Minutos después de la contundente victoria de Alberto Fernández, las operaciones sobre la divisa extranjera comenzaron a registrar movimientos bruscos. Las primeras operaciones trascendían a un valor que superaba los 48 pesos, que llegaron este lunes a superar los 65 en entidades privadas.

La reacción de los mercados

Ante el escenario que planteó el gobierno, el integrante de la Fundación Pueblos del Sur, Esteban Guida, analizó: “La capacidad de reacción de los agentes financieros tiene que ver con la política económica del macrismo y esta idea de que el mercado cambiario esté liberado”. Insisitió en que los mercados no responden a favor de figuras políticas, sino a favor de modelos. Lo que marcó la elección de este domingo fue, justamente, lo contrario a lo que pretenden los sectores especulativos.

Guida se refirió a una economía vulnerable y dependiente de lo que decidan entidades extranjeras. Sobre este fenómeno, analizó: “Cuando el pueblo argentino intenta girar o hacer modificaciones tendientes a la economía nacional, estos grupos económicos, a los cuales se les ha entregado las riendas de la economía, operan para manifestar su descontento. Y si no se pueden oponer a un cambio de gobierno van a operar para obtener su beneficio”.

Desconfianza y dos sectores

El economista de Pueblo del Sur evocó nuevamente las intervenciones de Macri y Peña la noche del domingo para entender cuáles son las prioridades del gobierno, que llegó al punto de insinuar con que el electorado cometió una equivocación. “La desconfianza es de en un grupo muy reducido pero muy poderoso, y que no va a poder sostener sus márgenes y beneficios económicos”, explicó.

A su vez se refirió a la claridad en la respuesta de la gente a través de las urnas, un fenómeno que no parece estar en la voluntad a acatar por parte del gobierno. En ese sentido explicó: “Acá vemos una puja económica muy fuerte, están los sectores más concentrados por un lado, y por el otro el resto de los argentinos, incluidos los empresarios. Cuando el gobierno resulta perdedor en una elección, un sector se queja y el otro se queja, el problema es que la manera de manifestarse que tiene el sector financiero es dando golpes de mercado y desestabilizando la economía”.

Entre los que precisamente no sacaron provecho de la situación, hizo hincapié en el sector empresarial y en los padecimientos a partir de los ocurrido. “Hoy estamos en un total parate de la economía porque básicamente las empresas no venden, y no porque no les compran, sino porque no tienen precios de referencia. En ese sentido veo al gobierno en una actitud cómplice de los sectores financieros no haciendo nada o diciendo que la oposición se haga responsable”, deslizó.

De pies y manos

Entre una de las medidas a tomar de cara a lo que viene, Guida analizó la posibilidad de salir a vender reservas, aunque reconoció que a esta altura puede resultar una maniobra contraproducente. “La especulación no se frena nunca, el problema es qué hacer, yo lo que veo muy peligroso es que ahora el Banco Central salga a vender reservas en un momento donde la desconfianza ya es imparable. Finalmente, lo que haría el gobierno es regalar las reservas”.

Ante este escenario consideró que el gobierno “tiene que intervenir en otros mecanismos, que permitan regular la especulación contra el dólar sin necesidad de tocar o vender reservas”. Para que esa medida sea efectiva, consideró viable apelar a encajes bancarios u otras herramientas del Banco Central, que no signifiquen únicamente salir a vender reservas que a su vez ya forman parte de la deuda pública.

El dilema de las Leliq

De las letras de liquidez (Leliq) que se renuevan cada siete días, Guida reconoció que en el inicio de esta semana el gobierno salió a renovar con una tasa del 75%, y la renovación no llegó siquiera al 20%, número que consideró “muy bajo” y un riesgo, si esos agentes deciden dolarizar. La cifra es muy baja al comparar con los montos habituales, con renovaciones que frecuentan entre el 80%  y 90% cada siete días.

“El festival de letras que hizo el Banco Central hasta acá no es gratuito, y si ahora no aplica una normativa, sería desastrozo”, concluyó Esteban Guida.

Especulación financiera

Por su parte el economista y especialista en finanzas, Federico Fiscella, apuntó por esta situación a una estructura política “sostenida por la especulación y con poca intención de contener el salto de la divisa”.

Definió la holgada diferencia del resultado electoral como “un baldazo de agua fría”, que lo que hizo fue “desacomodar la estructura que estaba sostenida por una política económica”. Agregó que “ante la amenaza de que esa política llegue a su final”, la economía encontró su peor resolución.

Para el economista, lo que hizo el gobierno “no fue suficiente” y además entendió que si la intención del gobierno hubiese sido evitar este escenario, la aparición pública de sus dirigentes debería haberse producido durante la mañana, previo a la apertura de los mercados.

Sin capitán

“Lo peligroso es ver que hoy el barco no lo capitanea nadie, hoy el Central no estuvo presente operando, algo que sí sucede hace quince meses para administrar la cotización”, analizó Fiscella, en función a una posible conducta deliberada por parte del gobierno nacional.

“El Central recién apareció a las 14, cuando faltaba nada para que termine la rueda, con un precio alto pero con poco volumen”, agregó. El analista resaltó el nivel de fragilidad de la economía, y aseguró que era previsible que “con un vientito se caería todo el castillo”.

Al igual que explicó Guida, Fiscella detectó un extraño mensaje por parte de los referentes macristas el domingo por la noche. luego del anuncio de la derrota. “El arranque fue preocupante desde anoche (por el domingo), cuando dieron a entender que iba a pasar esto por culpa de la oposición”, aseguró.

Necesidad de acuerdo

De cara a lo que viene y a la evolución del escenario actual, Fiscella entendió: “Lo principal es el acuerdo en términos políticos, con la creación de imagen de liderazgo, que la gente vea algo de racionalidad”. Para eso consideró que existen cuatro actores fundamentales que podrían echar claridad a la situación.

Consideró fundamental la aparición del Fondo Monetario Internacional (FMI), por ser “quien ideó este plan”. De Alberto Fernández, por ser el ganador de la Paso, al igual que la de Mauricio Macri porque aún sigue comandando los destinos del país. Y en último orden los bancos, “porque han tenido una ganancia sideral y son quienes están sentados sobre una bomba”, en referencia a los plazos fijo y Leliqs.

A esta altura, evaluó que subir la tasa de interés “ya no sirve” y la alternativa de vender reservas “es muy peligrosa”, ya que en medio de una corrida “se puede perder todo, y las reservas líquidas son pocas”.

Por último, y en función a lo que se avecina , Fiscella analizó: “El escenario es muy frágil,  lo que más se juega ahora es la política, pero no sé si podemos esperar una actitud de apertura de ese tipo”.

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