Entre aplausos, bocinas y silbidos partió desde el Congreso Nacional el cortejo fúnebre que trasladará los restos de Sandro hasta un cementerio privado en la localidad bonaerense de Longchamps. Hasta allí prometieron llegar varios de los fans, si bien por pedido expreso de la familia no podrán ingresar a la ceremonia que se quiere «íntima», sin público ni periodistas.
Alfredo Páez, jefe de custodia de Sandro, comunicó a los periodistas que «Olga quiere poder despedirse en una ceremonia íntima y privada”. Con algo de enojo, Páez contó que este miércoles «la seguridad del cementerio privado tuvo que desalojar camarógrafos y fotógrafos que ya se encontraban apostados en el lugar”.
El recorrido del cortejo, escoltado primero por la Policía Federal y después la bonaerense, irá por Combate de los Pozos, Belgrano y luego la avenida 9 de Julio hasta el puente Pueyrredón, sobre el Riachuelo, que marca el límite de jurisdicción, donde tomará la posta una escolta de la Policía Bonaerense.
La caravana fúnebre irá por Pavón-Hipólito Yrigoyen y hará un alto frente a la casa del artista en Banfield, convertida en un santuario tras la noticia de su fallecimiento y donde aguardan rodeados de pancartas alrededor de 3 mil fans. Posteriormente, el cortejo se dirigirá al cementerio Gloriam.
En tanto, estimaciones de la policía aseguran que alrededor de 50 mil personas se acercaron al Congreso para despedir los restos del astro, ubicados en la capilla ardiente montada en el Salón de los Pasos Perdidos.
El cuerpo de Sandro fue velado a cajón abierto, arropado con una manta de seda beige. Al verlo, las «Nenas» coincidieron en que el deterioro de su estado de salud se veía reflejado en el rostro.
Durante la tarde y la noche del martes, algunas figuras que pasaron para despedir al ídolo fueron Susana Giménez, Soledad Silveyra el actor Víctor Laplace, el ministro de Cultura porteño Hernán Lombardi, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Fernández fue quien anunció el llamado telefónico de la presidente de la Nación a Olga Garaventa, la viuda de Sandro. En diálogo con Radio 10 comentó que Cristina Kirchner le transmitió «su respeto y su dolor por lo que significa» la muerte de «un ídolo popular» como «El Gitano».
