Dos nenes de 10 y 11 años fueron alcanzados por las balas cuando desde una moto tirotearon una vivienda ubicada en una cortada de barrio Echesortu. Los chiquitos son amigos y quedaron en la línea de fuego mientras jugaban en la noche del viernes. Al más chico una bala se le incrustó en la mandíbula y desde el Hospital de Niños Víctor J. Vilela indicaron que evolucionaba favorablemente. El otro sufrió un roce de bala.
Esta acción demencial que por centímetros no fue una tragedia mayor tuvo lugar en una casa de dos pisos ubicada en la cortada José Rivera Indarte, un pasaje de 100 metros que lleva el nombre de un escritor cordobés del siglo 19 y une Constitución con Castellanos, a la altura del 1300, a metros de la plaza Buratovich y el club Echesortu.
Los testigos hablaron de una moto 110 que hacia las 20.30 entró por el pasaje adoquinado, frenó a la altura del 3725 y uno de los ocupantes disparó contra la puerta. Al menos cinco proyectiles atravesaron el interior y uno impactó en el maxilar derecho de Nicanor, el nene de 10 que vive en ese domicilio. Varios de los impactos quedaron alrededor del monitor de una computadora donde los amigos jugaban un videojuego.
De inmediato lo llevaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde determinaron que el proyectil había quedado alojado en el maxilar. Horas después, ya trasladado al Vilela, la directora Viviana Esquivel le dijo a Rosario3 que Nicanor ingresó lúcido y hemodinámicamente estable. “Tiene el proyectil alojado en la fosa pterigomaxilar, sin compromiso de otras estructuras. Está en tratamiento con antibióticos y analgesicos”, dijo la médica. Los cirujanos evaluaban la posibilidad de extraerle el proyectil en las próximas horas.
Por su parte, el otro chico, vecino del domicilio atacado, sufrió un roce en la zona lumbar y fue atendido en el Sanatorio de la Mujer, confiaron fuentes del caso.
Sobre la investigación, desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) dijeron hay medidas en curso en reserva para identificar a los agresores por parte de la Unidad de Homicidios y de Flagrancia.
El ataque se produjo a la vuelta del club Echesortu, cuya fachada fue tiroteada el 8 de enero, tras ser allanado en septiembre del año 2021 en el marco de una causa por lavado de dinero: para la Fiscalía, allí funcionaba una mesa de dinero a las órdenes de Yalil Azum, alias Turco, un hombre de aceitados contactos en el mundo del hampa local.
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