Después de 17 años la Justicia le dio un ultimatum al municipio: tiene 360 días corridos para abrir un cementerio de mascotas y una guardería transitoria de animales. Desde el Imusa aseguran que lo mejor en materia de higiene es el crematorio, en tanto, quieren cerrarle al Imusa su Anexo 2, en el predio de Las Palmeras al 4500. La directora del organismo manifestó: “Ese presupuesto es necesario para cuidar a los animales vivos”. Y, así, comenzó la polémica.
Se sabe que muchas personas consideran a las mascotas como un miembro más del grupo familiar, es por eso que la necesidad de esta creación tiene como fin satisfacer este trato, aunque las opiniones estén repartidas. El abogado Jorge López Mirosevic apuntó a este medio que “el cementerio de mascotas pasa a cubrir la necesidad de muchísima gente que tiene sus afectos con sus mascotas. Esos afectos no se terminan con el fallecimiento de los animalitos sino que cada uno tiene un valor simbólico”. La opinión del letrado fue manifestada al conocerse el fallo judicial que intimó al municipio a abrir un cementerio de animales en los próximos 360 días. En tanto, la directora del Imusa, Diana Bonifacio, declaró: “Ese presupuesto es necesario para cuidar a los animales vivos”.
La noticia es el fruto de años de lucha de los organismos que bregan por los derechos animales en toda la ciudad. Rosario ha sido la pionera como ciudad no eutanásica del país y hoy va camino a ser destacada por el espacio dedicado al descanso final de las mascotas. Pero la polémica se desató ante el pedido de la directora el Imusa de que se utilice ese dinero para sanear necesidades actuales de los animales en vida. A su vez sugirió que éstos no sean enterrados en un cementerio, sino que se cremen y cada dueño lleve las cenizas del animal a su hogar. “Es una manera mucho más moderna, ecológica y saludable que tener a los animales en un cementerio; podemos encontrar un punto medio, sentarnos a charlar entre ambas partes y llegar a una conclusión”, pidió. A lo cual, Rosalía Aurascoff, del Encuentro Proteccionista Dianne Fossey, retrucó la idea de Bonifacio: “Un animal contamina tanto como un ser humano, así que si es saludable y ecológico deberíamos quitar los cementerios humanos de la ciudad. Por otro lado, el tema de cremar o no un cuerpo es algo muy delicado, una decisión muy sensible; lo mismo pasa con las mascotas: no todos estarán de acuerdo con cremar a sus animalitos”.
El fallo indica que el municipio tiene 360 días para cumplir con la ordenanza que data de 1994 y el abogado que defiende el pedido de las protectoras de animales de la ciudad reconoció: “La doctora Bonifacio trabaja muy bien en su profesión y me merece el mayor de los respetos, pero entiendo que esta decisión de poner en funcionamiento una ordenanza escapa de sus posibilidades; hay un Poder Ejecutivo que debe responder por ello, así que espero que no lo siga tomando de modo personal”.
Sin embargo, Verónica López Nordio, responsable de la Protectora Rosario, reclamó que “la mitad de las ordenanzas que refieren al cuidado y protección de los animales no son cumplidas por el Imusa y la responsable de ello es su directora”.
En segunda instancia, el fallo requiere de la construcción de una guardería transitoria para 250 animales minusválidos (muchos callejeros que tengan dificultad para trasladarse o algunos ciegos, hasta encontrar un hogar donde vivir, según explicó Aurascoff). “Alojar a 250 animales de manera gratuita le dará permiso a la gente para que siga abandonando animales, y eso es lo último que queremos”, sostuvo Bonifacio.
La funcionaria sostuvo estar a favor “de la disposición del ser querido como es una mascota, pero busquemos una forma que implique un presupuesto tan amplio porque urge seguir cuidando a los animales vivos”.
“Tenemos el grave problema de que los animales no tienen un lugar una vez muertos. Pero también tenemos la dificultad de no poder llevarlos a ningún lado cuando los encontramos en la vía pública. Muchas veces nos hacemos cargo de las lesiones que tienen y luego no tenemos dónde llevarlos”, advirtió López Nordio.
La mujer describió a El Ciudadano que en varias ocasiones encontró animales muertos en contenedores de basura, y muchos de ellos pueden haber tenido dueño. “Hoy muchas familias no cuentan con un lugar en su casa para enterrar a una mascota aparte: por qué tener el trato diferencial si es un miembro más de la familia”, indagó. La responsable de la protectora también denunció: “Con la ordenanza ejemplar que tenemos de animales, la 7445/02, que trata la esterilización sobre todo, no deberíamos tener animales en la calle, y tampoco tener tantos problemas sobre el maltrato a nuestras mascotas. Con esto del maltrato –en especial en la vía pública– se nos vienen todas las protectoras encima porque es muy engorroso cuando el instituto municipal de salud animal no se hace cargo de esto; entonces ¿quién?”.
Un “depósito” de animales
El proyecto legislativo fue presentado hace 3 años con la firma de organismos como Encuentro Proteccionista Dianne Fossey, Fundación Ecológica Argentina Albert Schiweitz, Agrupación Protectores de Animales y Asociación Defensora de la Flora y Fauna.
Rosalía Aurascoff comentó a este medio que en el marco de la ley 10000 también se pidió el cierre del Anexo 2 del Imusa, donde funcionaba un “depósito de animales”.
El predio que se utiliza a modo de guardería, “fue entablado sobre el que fuera un basural a cielo abierto, por ende no tenía las condiciones para que se abra la guardería. No tenía las condiciones sanitarias y era una zona contaminada. Las pocas paredes edificadas que se hicieron en el lugar estaban totalmente resquebrajadas dado la debilidad del suelo. Una locura pensar que se puede cuidar animales ahí”, lamentó.
El predio aún no fue designado; según el abogado que defiende a los proteccionistas, esta decisión depende pura y exclusivamente del municipio, a lo cual Bonifacio tildó como una “irresponsabilidad” plantear una situación sin presentar algún tipo de solución.