Un inédito paro de los trabajadores bursátiles dejó ayer sin actividad a todas las empresas y oficinas que están en la Bolsa de Comercio de Rosario. Los empleados, agrupados en un sindicato que se creó recientemente, se manifestaron desde las 5 de la mañana y hasta casi el mediodía en Corrientes y Córdoba para reclamar la reincorporación de un compañero despedido del Mercado de Valores. La huelga tuvo eco y el muchacho volverá desde hoy a su puesto laboral. Según señalaban algunas fuentes consultadas, la medida de fuerza de este martes marcó un hito ya que en los 130 años de historia de la entidad jamás se había llevado adelante una movida gremial de este tipo.
La organización que promovió el paro es el Sindicato de Trabajadores del Sistema Bursátil (Sitrabur). La medida de fuerza se tomó tras el despido (a la semana de haberse afiliado) en febrero de este año de Leandro Gómez Arralde, un empleado que hace más de 25 años se desempeña en el Mercado de Valores de Rosario.
El muchacho fue uno de los primeros en afiliarse al nuevo sindicato en la ciudad y su destitución llegó, según el gremio, luego de que fuera visto en una foto en la red social Facebook con las autoridades de esa organización.
Tras el despido, Sitrabur denunció la situación en los ministerios de Trabajo de la Nación (en este caso la presentación se realizó en Capital Federal) y de Santa Fe (en la sede local de San Lorenzo de Ovidio Lagos).
“Desde febrero intentamos dialogar con la patronal y no tuvimos éxito. Por eso es que llegamos a la medida de fuerza de hoy (por ayer). Tuvimos cinco audiencias y hasta ahora siempre habíamos recibido un no rotundo a la reincorporación”, sostuvo en diálogo con este medio la abogada y secretaria general del Sitrabur, Mariela García Lastra.
Lo cierto es que luego de la protesta matutina el conflicto se desactivó cerca del mediodía.
Las partes establecieron una conciliación voluntaria tras la presión de las autoridades estatales, quienes instaron a una urgente reunión.
Ese cónclave se celebró en las 10.30 en la Bolsa de Comercio. Allí, la patronal y los representantes gremiales llegaron a un acuerdo luego de que el Mercado de Valores aceptara la reincorporación de Gómez Arralde. La idea es que en la mañana de hoy se firme su vuelta al trabajo en la sede local de la cartera laboral santafesina.
La medida de fuerza que se tomó ayer y que afectó el ingreso de todas las personas que diariamente van a trabajar al edificio de la Bolsa de Comercio es la primera de este tipo en el país. La entidad local tiene 130 años y en su larga historia casi no se contabilizan conflictos gremiales que impacten en su pleno funcionamiento.
En el edificio torre de calle Paraguay están radicadas unas 20 empresas e instituciones. Entre otras, allí funcionan las oficinas de Cargill. Se estima que cerca de mil personas concurren al lugar cada día.
Según las autoridades de Sitrabur, en total la Bolsa de Comercio local cuenta con alrededor de 300 trabajadores. Entre ellos hay unos 180 que están en condiciones de ser encuadrados dentro de ese gremio. A ellos se suman otros 200 que están distribuidos en el resto de los mercados, lo que incluye al Rofex.
“El promedio de los sueldos hoy es muy bajo. Hasta hoy no hay categorización ni nada. La mayoría está encuadrado dentro de Empleados de Comercio. Todos los trabajadores de la Bolsa reciben lo que un empleado de comercio, más un plus. Incluso, los que ganan más de 12 mil pesos, que son unas 60 personas, por llegar a esa cifra ya quedan fuera de convenio”, señaló Daniel Parteli, delegado de hecho del gremio en Rosario.
El Sitrabur nació en Capital Federal y obtuvo a principios de este año la personería jurídica. El nuevo gremio surgió a partir de la nueva ley de mercado de capitales, aprobada en 2012 por el Congreso Nacional y puesta en funcionamiento a mediados del año pasado.
Esa normativa reemplazó a la ley 17.811 promulgada durante 1968 durante la dictadura de Juan Carlos Onganía. La nueva ley puso fin a la autorregulación de la actividad bursátil y abrió el juego a nuevos actores del sistema financiero, al tiempo que acerca los instrumentos bursátiles al pequeño ahorrista.
La principal premisa de la nueva ley fue, según el gobierno nacional, desconcentrar los negocios en la Bolsa, proteger al usuario y favorecer el acceso. Sin embargo, dejaba un hueco legal en materia gremial que las autoridades de las Bolsas comenzaban a utilizar para presionar a la Comisión de Valores para morigerar o evitar estos cambios de la regulación del sistema bursátil.
“Nuestra actividad laboral es única y específica, y no se encontraba sindicalizada, lo cual implicó siempre que hemos estado sujetos a las decisiones de la patronal. Hubo intentos de revertir esta situación, pero los anteriores intentos de sindicalización por uno u otro motivo fracasaron”, señaló ayer García Lastra.
Las primeras reuniones fueron de trabajadores de las Bolsas de Buenos Aires y Rosario, con la que obtuvieron cierta organización y la redacción del primer estatuto. Fueron rechazados por un tema de encuadre gremial de los sindicatos bancario y el de comercio.
El 14 de enero obtuvieron la “inscripción de primer nivel en el Registro de Asociaciones Sindicales”. El acto se realizó en el Ministerio de Trabajo y contó con la presencia del ministro Carlos Tomada y del secretario general de la CGT, Antonio Caló, que apadrinó al nuevo gremio.
El Sitrabur agrupa a trabajadores que prestan servicios en relación de dependencia en las entidades del sistema bursátil nacional, agentes de liquidación y compensación de operaciones y de depósito colectivo de valores negociables.
La Bolsa se despegó
A través de un comunicado, la Bolsa informó que “el trabajador despedido y luego reincorporación por el que acciona el Sitrabur “nunca fue empleado de la entidad”. La misiva buscó aclarar la situación ya que, como indica la nota central de esta página, Gómez Arralde es empleado del Mercado de Valores.
La explicación
El Mercado de Valores de Rosario también envió ayer un comunicado a los medios para expresar su postura. “Este Mercado ha efectuado un solo despido hace nueve meses y no tuvo ninguna vinculación con actividad o acción sindical, cumpliendo el Mercado con todas las obligaciones previstas como empleador”, señala el texto en el párrafo en el que se hace mención a la dimisión. Si bien se niega la acusación sindical, la empresa (como se vislumbra en el escrito) no explicó el motivo del despido.