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Un parque arqueológico que revisa la historia del primer asentamiento español

El Parque del Fuerte surgió del hallazgo de los restos del Fuerte Sancti Spiritus. Su estudio reveló que los europeos no llegaron en 1527 a una región deshabitada: allí vivían los chanás, demostraron científicos santafesinos y vascos. La iniciativa es única: generó un plan de viviendas

A unos 59 kilómetros de Rosario, en Puerto Gaboto, se inauguró un parque arqueológico creado a partir del hallazgo de los restos del Fuerte Sancti Spiritus: el primer asentamiento europeo del actual territorio argentino, en 1527, y de lo que no se conocía, la presencia de pueblos originarios en la zona, que no eran nómades sino arraigados, que construyeron viviendas y cultivaron. El Parque del Fuerte se puede visitar los días jueves, viernes y sábados de 9 a 18. La entrada es gratuita y está la posibilidad de pedir visitas guiadas. Además hay una característica que lo hace único: es el primera vez que se piensa a partir de un sitio arqueológico en un plan de viviendas. Se entregaron 11 casas a las familias que antes habitaban de forma irregular en el predio.

Sancti Spiritus fue el primer asentamiento europeo en el actual territorio argentino. Lo levantaron los españoles en 1527 en lo que hoy es Puerto Gaboto. El nombre de la comuna remite al marino, cartógrafo y explorador Sebastián Gaboto. Descubrimientos científicos surgidos de un proyecto que compartieron santafesinos y españoles dieron por tierra con la historia tantas veces contada del lugar y las circunstancias. Tras unos 12 años de investigación, salieron a luz varios temas: Gaboto no llegó a una tierra deshabitada, allí estaban los chanás con sus viviendas, población que no era nómade. Tras una incursión, violenta, los españoles levantaron el fuerte sobre las viviendas chanás. Eso se conoció gracias al trabajo arqueológico que recabaron sedimentos con cerámicas indígenas anteriores a los objetos españoles encontrados en el lugar. Otros desaciertos fueron pensar que el fuerte era circular y de palos.

Sorpresa: el fuerte Sancti Spiritus no era redondo ni estaba cercado por palos

Un parque interactivo

El espacio cuenta con una reconstrucción de una maloca, vivienda indígena; una huerta que fue diseñada a partir de los fitolitos encontrados en los últimos 10 años de trabajo. Los fitolitos son las estructuras que tienen las plantas y permiten conocer sus formas: así fue que se supo que los chanás cultivaban maíz, poroto y calabaza entre sus horticultivos. El paleontólogo Luciano Rey, a cargo del Parque del Fuerte, le explicó a El Ciudadano: “Se analizaron los sedimentos en distintas profundidades y se pudo corroborar el relato de la primera siembra de trigo traído por los españoles”. Del cereal, sí la primera, pero los chanás, mucho antes, también cultivaron, y el dato también contrasta con la «historia oficial».

En el sitio hay una sala audiovisual que cuenta con un vídeo explicativo de unos siete minutos de duración y un laboratorio donde se realizan las limpiezas de los materiales.

A simple vista se podrá recorrer la propia excavación (que está tapada para preservar la tierra).

Nueva Oportunidad para los jóvenes y la historia

Unos 28 jóvenes del programa Nueva Oportunidad se capacitaron de la mano de la asociación civil Ceam (Centro de Investigaciones de Antropología, Arqueología y Memoria) de forma articulada con el Ministerio de Desarrollo Social durante unos seis meses y a principio de diciembre se entregaron los diplomas que los habilitan a enseñar, acompañar y explicar a los visitantes que así lo deseen.  “No están de forma permanente en el Parque, en caso de que un grupo lo requiera, se convoca a los chicos –viven cerca– y ellos acuden al lugar a realizar la visita”, describió Luciano Rey.

Aborígenes, fuerte y once viviendas

Es la primera vez en el país que a partir de un sitio arqueológico se piensa en un plan de viviendas. En donde se encuentra el Parque del Fuerte; había familias asentadas de forma irregular. “Algunos jefes de familia entraron a trabajar en el mantenimiento del parque además de diseñar en forma conjunta durante unos cuatro años su relocalización. De esta manera tienen una vivienda digna y son propietarios de la tierra donde habitan”, explicitó Rey. Hoy viven a unas dos cuadras de lo que era el fuerte y hay tres familias que trabajan en el Parque del Fuerte.

“Fue un proyecto en conjunto que involucró a toda la población”, aseguró el hombre que se encuentra a cargo del parque.

Vascos en Gaboto

Desde hace algunos años existe un convenio con la Universidad del País Vasco para continuar con las investigaciones y descubrimientos. En noviembre de este año se volvió a renovar el acuerdo, por tres años más, para continuar con las tareas tendientes a conocer los límites del fuerte.

Descubriendo lo que sucedió

Gaboto no se asentó en un lugar vació. Eligió el espacio porque podía controlar las principales vías de comunicación ya que allí confluyen los ríos Carcarañá y Coronda. Allí vivían los chanás y el Fuerte se construyó sobre la base de las viviendas indígenas. ¿Cómo se conoció todo esto? La respuesta está en la tierra. Los españoles construyeron sobre las zanjas que se hallaron: eran los agujeros de los postes de palos de los postes de sus viviendas. Como la madera es un material orgánico se desintegró pero quedaron los restos de cerámicas chanás que usaban alrededor de los palos para formar los cimientos.

Imagen ilustrativa de la construcción del Fuerte en 1527
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