Carlos «Toro» Escobar está preso desde 2013 por una condena de homicidio y cuenta con tres causas abiertas: una en la Justicia Federal por narcomenudeo y dos en el fuero provincial por extorsión armada y homicidios. Este martes, la fiscal Marisol Fabbro cerró la acusación como quien mandó a matar a la pareja de su ex para causarle sufrimiento. En una audiencia preliminar lo sindicó como el autor intelectual de homicidio calificado por venganza trasversal, lo que se conoce como femicidio vinculado. La víctima se llamaba David Amarilla, tenía 22 años, era albañil, padre de dos nenes y buen vecino. La funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA) adelantó que pedirá la prisión perpetua del acusado.
Eran las 21.30 del 23 de mayo de 2019 cuando una moto Honda Tornado con dos ocupantes llegaron hasta la puerta de la casa de David, ubicada en Ameghino casi Necochea, de barrio Tablada. Uno se bajó y golpeó. Fue atendido por la madre de la víctima y preguntó por David.
La mujer le avisó a su hijo que lo buscaban. El joven se asomó al patio delantero y el visitante le disparó con una pistola calibre 9 milímetros. Ambos atacantes escaparon en la moto. Los plomos pegaron en el rostro y el pecho de David. Sus allegados lo trasladaron al Hospital Provincial, pero no logró recuperarse de las heridas sufridas y murió a las horas de haber ingresado.
Fueron hasta su casa y lo mataron de un tiro en el pecho y otro en la cara
En la acusación de la Fiscalía, los indicios recolectados por Fabbro lograron reconstruir que el crimen se gestó cuando la ex pareja del Toro Escobar comenzó una relación con David y éste se enteró.
La amenazó desde la cárcel, le dijo que iba a matar a todos. La pesquisa obtuvo conversaciones de la joven con un familiar del Toro, en la que habló de que no la dejaba en paz, de las amenazas y el miedo que tenía de que matara a un ser querido.
Además, un informe psicosocial hizo referencia a la situación de vulnerabilidad de la chica y cómo se involucró con Toro cuando ya éste estaba detenido: al principio hubo varios meses de conversaciones telefónicas hasta que finalmente decidió conocerlo y fue al penal.
Luego, el hombre cubrió todas sus necesidades materiales y chica lo visitaba los fines de semana, pero con el tiempo el vínculo cambió: el hombre comenzó a desconfiar y las discusiones eran continuas. Se volvió una pesadilla, estaba controlada todo el tiempo hasta que decidió terminar la relación y alejarse, describieron los voceros relacionados con la causa.
A esto se sumaron distintas escuchas telefónicas, de otras pesquisas, que dejaron en evidencia la violencia de género a la que era sometida M, las amenazas de dejarla en la calle e incluso la advertencia de que iba matarla. A finales de septiembre de 2019 la casa que la joven comparte con su familia fue baleada, le dejaron una nota que decía: “Por patabolsa”.
Toro fue imputado por el crimen de Amarilla y este martes se llevó adelante una audiencia preliminar, la última que da paso al juicio oral, por el caso. La fiscal pidió que el acusado sea enjuiciado por el homicidio calificado por venganza transversal agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor intelectual y adelantó que pedirá prisión perpetua para el acusado.
La audiencia fue presidida por la juez María Trinidad Chiabrera, quien admitió la acusación y mantuvo la prisión preventiva dictada a Escobar por el plazo de ley. De esta forma el caso se encamina al juicio oral y público.
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Un peso pesado
Carlos Damián «Toro» Escobar es un mecánico villagalvense de 34 años que cumple una condena de 11 años y 3 meses desde octubre de 2013 por el crimen de Sebastián Soperez cometido en agosto de 2010, y cuenta con una investigación abierta en la Justicia federal por comercializar estupefacientes desde la cárcel en una causa que se conoció en 2018, cuando allanaron su celda. Con respecto a esta pesquisa, los investigadores indicaron que los cinco «implicados conformarían una organización que se desprendió como segunda línea de la banda de Los Monos o el clan Cantero» donde Toro está sospechado de ser quien deba las directivas desde la Unidad 11 de Piñero, explicaron los voceros en dicha oportunidad.
También, hay dos pesquisas que lo tienen como víctima: una es una extorsión cometida por efectivos policiales que lo detuvieron en julio de 2013 cuando le exigieron 50 mil pesos para no dejarlo preso.
La otra fue al mes de cometido el crimen de David Amarilla, cuando Toro Escobar pidió un traslado a una cárcel federal porque temía por su integridad. A los pocos días de esa presentación, sufrió quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo en el incendio de su celda en la cárcel de Coronda y quedó internado en el Hospital José María Cullen, de la ciudad de Santa Fe. Tras su recuperación, fue trasladado al penal federal de Ezeiza.
En tanto, este viernes la Fiscalía pidió 20 años de cárcel para el Toro Escobar en la última audiencia de la investigación por el crimen de Enrique Encino en el Casino City Center donde también está acusado, entre otras personas, Ariel «Guille» Cantero, líder de Los Monos. Ahora y a menos de una semana, la fiscal Fabbro presentó la pruebas para llevar adelante un nuevo juicio oral para Toro Escobar por el crimen de David Amarilla.