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Un policía fue asesinado en el barrio porteño de Versalles

El sargento, de 57 años, fue atacado por dos delincuentes en la intersección de General Paz y Lascano, cuando circulaba a bordo de su vehículo Volkswagen Fox junto a parte de su familia.

Un sargento de la Policía Federal fue asesinado hoy por delincuentes que intentaron robarle su vehículo cuando estaba junto a su esposa en el barrio porteño de Versalles.

El sargento, de 57 años, fue atacado por dos delincuentes en la intersección de General Paz y Lascano, cuando circulaba a bordo de su vehículo Volkswagen Fox junto a parte de su familia.

En esa circunstancia fue que el policía, perteneciente a la comisaría 47, recibió un disparo en la cabeza y si luego de ser trasladado de urgencia primero al Hospital Santojanni y luego al Churruca perdió su vida.

Según las primeras informaciones, el policía tenía el uniforme puesto y fue sorprendido por los delincuentes cuando su esposa lo despedía del domicilio en el que vivían.

La mujer del policía pudo resguardarse en el interior del domicilio cuando los delincuentes atacaron, y salió una vez que escuchó los disparos, encontrándose a su marido herido de un disparo en la cabeza.

El policía era Juan Carlos Laila, de 57 años, y ahora el juzgado interviniente en turno intenta determinar la circunstancias del hecho y dar con los delincuentes prófugos.

Esta mañana, el hijo de la víctima se mostró consternado por el hecho y afirmó que «lo mataron por ser policía».

En ese sentido, el joven -que también es efectivo de la fuerza- destacó que para los delincuentes, matar a un policía «es un trofeo».

En declaraciones a la prensa, el joven brindó un crudo relato del drama que les tocó vivir, que ocurrió cuando la familia cenaba y su padre se iba a trabajar.

«Estábamos cenando, mi mamá estaba despidiendo a mi papá y yo escucho los disparos. Ahí salgo y veo a un malviviente, le grito porque no veía a mi papá, entonces este hombre me apunta y meto a mi mamá adentro de la casa porque pensamos que nos disparaba. En un medio segundo volví a salir, seguía sin ver a mi papá, hasta que lo encontré en el piso… le pegaron dos tiros en la cabeza y estaba todo golpeado», lamentó.

El joven destacó que su padre «fue sargento, bombero de la Brigada de Explosivos y se había retirado en 1989» y agregó que «fue una persona siempre avocada a su servicio».

«Hoy la Policía Federal perdió un héroe», lamentó el hijo del sargento asesinado.

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