Gabriel Orellana está detenido por el crimen de Lía Vásquez, una adolescente de 14 años que fue asesinada de varias puñaladas en el cuello el 13 de noviembre de 2020, en una vivienda del barrio Pujol, ubicado en Puerto Madryn.
El joven irá a juicio oral como acusado de matar con un arma blanca a Vásquez, su excuñada, luego de haber buscado en Google datos sobre “puntos débiles para apuñalar” a una persona, según informaron fuentes judiciales.
Según los voceros, de acuerdo con la acusación, Orellana habría querido vengarse de su exsuegra, con quien tenía una mala relación. Es por esto que sorprendió a la adolescente y “con la utilización de un arma blanca comenzó a someter a la víctima provocándole heridas que le ocasionaron la muerte de manera instantánea”.
Él “aprovechó la condición de vulnerabilidad en la que se encontraba la niña víctima, por su edad, por su género, por encontrarse indefensa y por la evidente relación desigual de poder, siendo además que hace algún tiempo el mismo amenazó a su pareja (hermana de la víctima) que iba a matar a su familia, cumpliendo con aquella promesa para hacerle sufrir un mal”, agregó la fiscalía.
Orellana, según indican los instructores judiciales, es padre de un niño de dos años de su expareja, hermana de Lía, y a quien había amenazado con matar a su familia. Es por eso que la causa está caratulada como femicidio.
En diálogo con la prensa, el fiscal a cargo de la investigación, Jorge Bugueño, explicó que “aplicamos la figura de femicidio porque están todos los componentes, pero además incluimos el femicidio transversal porque de los primeros pasos de la investigación surge que el acusado mata a la chica para dañar a su exsuegra”.
Según testimonios, describieron al acusado como “una persona violenta”. Además, contaron que ya había sido denunciado por su expareja, a raíz de “varios episodios de violencia”. Uno de ellos, tuvo lugar en octubre de 2020, cuando llegó a su casa para amenazar a la joven y a su hijo mientras estaba en estado de ebriedad.
Asimismo, los investigadores determinaron que Orellana había buscado en Google, a través de su celular, información sobre “golpes para desmayar dormir o inmovilizar” y “puntos débiles para apuñalar”.
Tras el femicidio, el joven escapó en un vehículo, pero tiempo después fue detenido tras una serie de allanamientos en los que secuestraron una campera con manchas de sangre, teléfonos celulares y una mochila. A partir de allí, la fiscalía obtuvo varias pruebas claves que complican al acusado como ADN, pericias informáticas y cámaras de seguridad.
“La pericia de ADN determinó la existencia de rastros genéticos que se corresponden con Lía en prendas del imputado”, comunicó la fiscalía. Y añadió que la búsqueda en Google la efectuó en la escena del crimen y al momento del hecho.
“La pericia de comparación de rastros de calzado hallados en el lugar del hecho arrojó correspondencia genérica, individual y específica con el calzado del imputado. Y los registros fílmicos demuestran el trayecto realizado por el imputado a bordo del Volkswagen Gol blanco, concretamente, cómo llega al lugar del hecho y luego cómo se retira del mismo”, agregó.
De momento, deberá aguardar a que la Oficina Judicial local fije la integración del tribunal que lo juzgará y a partir de qué fecha.