Un centenar de investigadores comenzó este viernes los trabajos para esclarecer lo ocurrido en los estudios de animación de la ciudad japonesa de Kioto donde un hombre mató este jueves a 33 personas e hirió a otras 35, 10 de ellas de gravedad, al iniciar un incendio intencional, al parecer porque guardaba rencor contra la productora por un presunto plagio de una novela.
El responsable del siniestro, que permanece detenido, fue identificado este viernes por la policía como Shinji Aoba, de 41 años, procedente de la ciudad de Saitama, al norte de Tokio, donde un vecino lo describió como una persona con desequilibrios mentales.
Una mujer que vio el arresto dijo a la prensa que “parecía descontento y gritaba muy enojado que le habían plagiado su historia”. Medios locales señalaron que Aoba vivía a las afueras de Tokio y que se desplazaba en tren hasta Kioto. La cadena NHK señaló que el sospechoso estuvo en prisión por robar una tienda de Tokio en 2012 y que, a su salida, estuvo en un refugio para ex convictos, donde recibió tratamiento por una enfermedad mental.
El sospechoso se encuentra anestesiado debido a las quemaduras que sufrió, por lo que ha sido imposible interrogarlo en profundidad, según las autoridades. La policía japonesa rechazó hacer declaraciones hasta el momento.
Según la policía, 20 de las víctimas eran mujeres y 12, hombres. Una no se pudo identificar. Tampoco se informó de sus edades, aunque muchos de los empleados eran jóvenes, según los vecinos del estudio. “Son personas que cargaron sobre sus hombros la industria de la animación japonesa. Me rompe el corazón. Se perdieron joyas japonesas”, señaló ayer el presidente de Kioto Animation, Hideaki Hatta, ante la prensa.
Mientras tanto, comienzan a conocerse, a través de las declaraciones de testigos y de filtraciones de la investigación, datos sobre la forma en la que murieron las víctimas.
Varios medios locales, entre ellos la agencia de noticias Kyodo, informaron que 19 personas perecieron atrapadas en la escalera que da acceso a la azotea al no conseguir abrirla.
Se hallaron algunos cuerpos apilados en esa escalera, de un metro de ancho, y todo parece indicar que fallecieron intoxicadas por monóxido de carbono, recogió la agencia de noticias EFE.
Las autoridades presentaron como pruebas un carrito (presumiblemente para transportar la gasolina), una mochila, dos latas de combustible y cinco cuchillos. Se trata del fuego intencional más grave que sufrió el país desde el que mató a 44 personas en 2001. Japón tiene bajos índices de criminalidad.