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Un «Ramone» en las calles

CJ Ramone se presenta en Suipacha y Güemes, a las 19 de este jueves. Referente del punk, El ex bajista de la mítica The Ramones dice que participar en la banda fue el mejor momento de su vida y recuerda con una gran sonrisa.

El ex bajista de la mítica banda The Ramones, CJ Ramone, regresa al país y, en ese marco, este jueves llegará a Rosario para dar a conocer su segundo disco en solitario titulado Last Chance to Dance. El show, previsto para las 19, se llevará a cabo en Riot, el espacio donde antiguamente funcionó Willie Dixon (Suipacha y Güemes). Las entradas anticipadas se consiguen en todo el país a través del sistema Ticketek.
“Puede ser una ventaja y también una desventaja pero no me arrepiento. Fue el mejor momento de mi vida y lo recuerdo con una gran sonrisa”, declaró CJ Ramone en entrevista con Télam cuando se le preguntó sobre la implicancia que tiene, en su nuevo proyecto, haber formado parte de una de las bandas que marcó el comienzo de una era en la música a nivel mundial.
“Sé que el tiempo que tengo aquí es limitado así que mi intención es hacer todo como si fuera la última vez”, enfatizó sobre el sentido que cobró su nuevo trabajo discográfico, Last Chance to Dance, motivo central de su segunda visita al país.
Es que Reconquista, primer disco solista que Christopher Joseph Ward publicó como CJ Ramone, álter ego que con el que se popularizó durante su época ramonera, significó para el bajista “volver a hacer lo que más quería”, dijo, aunque regresar al ruedo no resultó una tarea sencilla.
El proceso de materialización del álbum debut en solitario fue arduo: debió ser grabado tres veces antes de que alguien pudiera encontrarlo en formato físico sobre las bateas. “No estaba feliz con el sonido en general. Tomó mucho trabajo llevarlo a donde quería. Fue muy especial para mí ya que fue mi primer trabajo como CJ Ramone”, confesó.
Frescura en las melodías. Un punk que por momentos coquetea con el pop. Matices de la vieja escuela del género que comenzó a visibilizarse gracias a la cadencia furiosa de acordes simples de The Ramones en la década del 70. Un lugar también para reformulaciones de aquel viejo sonido y una vuelta de tuerca con los instrumentos. Eso es lo que se escucha en el nuevo LP de “El pequeño Ramone”, mote que ganó el bajista, un ex marino fanático del cuarteto punk oriundo de Forest Hills, cuando al reemplazar en 1989 a Dee Dee Ramone resultó el más joven de la banda que lideró el introvertido Joey y que compartió con Johnny en guitarra y Marky en batería hasta su disolución en 1996.
Ahora, casi dos décadas después de aquella eufórica historia que dio nacimiento al punk, CJ regresa a sus orígenes con una docena de canciones sobre las que erige Last Chance to Dance. “Es más ligero y divertido que Reconquista pero en lo que respecta al sonido podría ser como su segunda parte”, definió con sencillez.
Durante la grabación del álbum, el músico fue acompañado por Steve Soto y Dan Root en guitarras y coros (ambos de la banda californiana de punk The Adolescents), el baterista David Hidalgo Jr. (Social Distortion) y el Street Dogs Pete Sosa, quien durante la gira comandará la batería, en percusión, lo que conforma una especie de dream team en la escena del punk.
Consultado por el tituló Last Chance to Dance (Última oportunidad de bailar) CJ contó que era una frase que solía decir en cada recital antes de su última canción: “Pensé que sería un buen título para un álbum. No es un indicio de que esté renunciando”, aclaró.
En relación a si siente nostalgia de su pasado al mirar en retrospectiva, confió que no: “Los Ramones siempre fueron y serán algo muy importante no sólo para la música, sino también para los chicos frustrados y sin aspiraciones de todos lados. Son tan importantes hoy como lo fueron antes y estoy feliz de haber sido parte de ellos durante sus años más exitosos”.
Referente del punk, al ser consultado por el momento que vive el género en la actualidad, el músico opinó que “se volvió más político” y lo hizo, dijo, “hasta un grado con el que nunca se sintió identificado”. A modo de conclusión, afianzó: “Aunque Los Ramones mencionaban algunas cuestiones políticas en sus canciones, tenían más que ver con pasarla bien. La vida puede ser dura, no necesito que alguien cante una canción y me lo recuerde. Me gustan las canciones que hacen a la gente bailar y pasar un buen momento”.

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