El regreso de Marco Ruben al fútbol sorprendió a muchos, en especial porque el delantero parecía decidido a colgar definitivamente los botines. Y hacerlo en un equipo de poca historia del fútbol uruguayo podría sonar aún más ilógico.
Lejos de sentir decepción, el mundo canalla mira con cierto optimismo esta decisión del máximo goleador auriazul. Porque tener a Ruben dentro de una cancha, aunque sea en Uruguay, genera expectativa de que vuelva a ponerse la casaca de Central.
A los 37 años, encontrar motivaciones para Ruben no debe ser fácil. Jugar en Maldonado representa tranquilidad, muy pocas presiones y una chance de ver si está competitivo tras un año y medio sin pisar una cancha. Y si se siente bien, es imposible no soñar en una nueva etapa en Arroyito.
Ruben firmó por un año, pero a mitad de 2024 el pueblo canalla espera con expectativas el regreso de Ángel Di María. Si se concreta, la ilusión de juntar a Marco y Fideo será imposible de evitar. Y para eso es necesario que el delantero esté en competencia y se sienta competitivo. Y el primer paso será en Uruguay.