Si bien predominan los profesionales del derecho, también hay en la grilla un artista plástico y poeta, un ex obrero gráfico y un médico que asegura que nunca se enferma.
Los siete postulantes a la primera magistratura del país tienen historias distintas y disímiles orígenes políticos, aunque hay tres candidatos que provienen del peronismo –Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde–, mientras que otros dos iniciaron sus trayectorias políticas en el partido fundado por Leandro Nicéforo Alem, la Unión Cívica Radical: ellos son Ricardo Alfonsín (hijo del primer presidente tras la recuperación democrática) y Elisa Carrió, hoy postulante por la Coalición Cívica.
El resto de la lista de aspirantes al Sillón de Rivadavia –mueble que no existe como tal sino como metáfora de la Presidencia de la Nación– se completa con un socialista, el médico y gobernador de Santa Fe Hermes Binner, y un trotskista que fundó el Partido Obrero y se presenta en alianza con el Partido Socialista de los Trabajadores, Jorge Altamira, quien tuvo un pasado laboral como obrero gráfico.
Todos pasaron por la experiencia del casamiento y tuvieron hijos. Algunos reincidieron en las nupcias, la actual presidenta es viuda, otros se divorciaron y algunos ya accedieron a la categoría de abuelos.
De diferentes orígenes políticos, con distintas trayectorias en el ámbito público y simpatizantes de diversos equipos de fútbol, los siete dirigentes compartirán hoy las mesas del cuarto oscuro en su aspiración por convertirse –sólo uno de ellos podrá– en el presidente de los argentinos en el período 2011-2015.
Cristina Fernández de Kichner
Con 58 años y dos hijos, Cristina Fernández juega su continuidad en el cargo en la primera elección de su vida que deberá enfrentar sin la conducción política de su esposo, Néstor Kirchner. Egresada como abogada de la Universidad de La Plata, donde conoció a Kirchner y comenzaron juntos una vida personal y política que desde Santa Cruz los llevó a ocupar la Presidencia, se sintió con el paso de los años más patagónica que bonaerense. Una sola diferencia los alejó de la coincidencia completa: ella es simpatizante de Gimnasia y Esgrima La Plata y él era fanático de Racing. En 2007 se convirtió en la primera presidenta mujer electa por el voto popular. A poco de asumir sufrió el embate de las patronales rurales y tras tambalear se recuperó ante la opinión pública hasta ganar el 14 de agosto las primarias con holgura.
Binner, el candidato socialista
Hermes Binner contradice el refrán “en casa de herrero cuchillo de palo”. Pese a ser médico desde hace 35 años realiza sus controles de salud con el mismo profesional y uno de los mejores clínicos de Rosario, donde también concurren la gran mayoría de los dirigentes del socialismo. El candidato presidencial del Frente Amplio Progresista es ponderado por sus colaboradores porque nunca se enferma y por su fortaleza. Diariamente realiza su gimnasia aeróbica, es un fanático de la bicicleta, no obstante ahora como gobernador la tiene un poco abandonada. Binner es un amante de la lectura y de la música clásica. En su casa escucha los barrocos, especialmente Vivaldi, Bach, Haendel y cuando tiene algún bajón depresivo utiliza a Beethoven. También, se deleita con la voz de Mercedes Sosa, su amiga, y ocasionalmente con algún tango.
Ricardo, heredero de Raúl Alfonsín
Ricardo Alfonsín, abogado y fanático de la lectura, combinará hoy la pesada herencia que significa ser el tercero de los seis hijos del ex presidente Raúl Alfonsín y el desafío de construir una trayectoria política propia. Al igual que su padre, Ricardito nació en Chascomús, hace 59 años, se recibió de maestro en la Escuela Normal de su pueblo y luego cursó sus estudios de abogacía en las Universidades de La Plata y Buenos Aires. En medio del intenso ritmo que le impuso la campaña, Alfonsín admite que es cada vez más difícil hacerse una escapada a la quinta familiar de Chascomús y, en cambio, se conforma con desplomarse en el sillón de su casa para ver los documentales de Discovery Channel y tomar unos minutos de relax. Casado, padre de cuatro hijos, es hincha de Independiente y este año ganó una pelea crucial: después de décadas logró dejar el cigarrillo.
Duhalde, el caudillo bonaerense
Eduardo Duhalde, con 70 años recién cumplidos, hará diez años hoy, cuando se realicen las elecciones, desde que estuvo por primera vez en la Presidencia de la Nación, desde donde logró desterrar al menemismo del poder y desde el cual pretende, si gana, liquidar a otra forma del PJ: el kirchnerismo. Algunos vinculan su permanencia en la élite política, no sólo en su trayectoria –fue legislador, intendente, gobernador, vicepresidente y presidente– sino en su “frialdad” a la hora de definir sus estrategias políticas, como buen ajedrecista que es. El propio Duhalde ha confesado que muchas veces, luego de un partido de ajedrez, se queda durante horas repensando jugadas y alternativas de juego. Se casó hace 40 años con “Chiche”, como la llama siempre a su esposa Hilda González, con quien tuvo cinco hijos, que le dieron seis nietos.
El puntano Alberto Rodríguez Saá
Alberto José Rodríguez Saá, un hombre de abolengo puntano que ejerce el poder político en San Luis, se define como un artista plástico, buen ajedrecista, lector empedernido de obras que van desde Rousseau a Bradbury y creador de poemas que fueron musicalizados por folcloristas. Con 62 años, abogado de profesión, plástico de vocación y padre de tres hijos a quienes poco les interesa la política, cursó sus estudios primarios y secundarios en la capital puntana. Nacido el 21 de agosto de 1949, el candidato de Compromiso Federal cuenta en su trayectoria pública el haber ocupado una banca por San Luis en el Senado nacional desde 1983 hasta que en el 2001 ocupó el cargo de Jefe de Gabinete del distrito puntano. Luego asumió como gobernador en 2003 tras suceder a su hermano mayor, el actual senador Adolfo Rodríguez Saá, y fue reelecto en 2007.
Elisa Carrió, candidata de la CC
Elisa María Avelina Carrió, quien tiene una reconocida carrera en el ámbito jurídico y legislativo, encarará por tercera vez una elección presidencial con la vestidura de candidata. Con 54 años, Lilita -como la llaman sus allegados- dejó atrás aquella profesora chaqueña de la Facultad de Derecho para convertirse en una férrea opositora al oficialismo. Hace dos años que tiene de mascota a un hurón llamado Paul que hasta lo bautizaron con una “fiesta”. Hincha de Racing y obstinada por las Obras Completas de Jorge Luis Borges y por el filósofo francés Michel Foucault, Carrió nació en Resistencia, provincia del Chaco, el 26 de diciembre de 1956. Vive en su departamento de avenida Santa Fe al 1500 de Capital Federal con su hija de 21 años, y le alquila el inmueble a la familia de Diego Torres, en el que vivió Lolita Torres.
Altamira, histórico de la izquierda
“Es una historia larga y complicada”, repite Jorge Altamira cada vez que alguien le pregunta por qué no se identifica con su verdadero nombre, José Wermus. Con sus 69 años, el histórico dirigente de izquierda buscará hoy aumentar el caudal conseguido en las primarias del 14 de agosto, que le permitió superar el piso establecido por la ley y presentarse en la pelea por la Casa Rosada. Declarado fanático del club Huracán, Altamira se jacta de “estar al lado de los oprimidos”, rol que defiende recordar con orgullo ya que su padre fue un dirigente sindical del sector de la gráfica. Altamira se identificó desde joven con el trotskismo y llegó a fundar el Partido Política Obrera, que fue disuelto tras el golpe de 1976. Se casó y tuvo un hijo con Julieta Sytar. Su hermano Felipe Belisario Wermus, conocido como Luis Favre, fue uno de los principales asesores del ex presidente Lula da Silva.