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Un silo bolsa como un gran puff: el proyecto dos arquitectos rosarinos que les abrió la puerta a la Bienal de Venecia

Juan Manuel Pachué y Marco Zampieron ganaron con su proyecto "Siestario" para llevar adelante la instalación y la curaduría del pabellón argentino en la 19ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, desde el 10 de mayo al 23 de noviembre de 2025

Por: Ana Cecilia Berdicever

 

Poner un elemento fuera de su lugar, descontextualizarlo, reutilizarlo, resignificarlo. Eso hicieron con un silo bolsa, el invento el ingeniero agrónomo argentino Cristiano Casini que, desterrado de sus funciones originales, irá a Italia. Es uno de los tantos aspectos que presentó el proyecto ganador para preparar el pabellón argentino en la la 19ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia. Evento que se desarrollará del 10 de mayo al 23 de noviembre de este 2025 y participarán más de 60 países.

Juan Manuel Pachué y Marco Zampieron se recibieron hace 5 años de arquitectos. Recuerdan que desde su época de estudiantes se han presentado a diferentes proyectos. Ya con el diploma, crearon  Cooperativa: un espacio enfocado en el desarrollo de proyectos de Arquitectura que se pretende además un ámbito propicio para episodios culturales.

Ambos le contaron a El Ciudadano cómo se presentaron al concurso, lo ganaron y lo que tienen preparado para el espacio nacional en Italia.

El desafío de los profesionales rosarinos es grande: qué mostrar y cómo.

Con curaduría general de Carlo Ratti y titulada “Intelligens. Natural. Artificial. Collective”, la Bienal se centrará en la “interconexión” de la arquitectura con diversas disciplinas, como el arte, la ingeniería, la biología, la ciencia de datos y las ciencias sociales, todas contribuyendo a dar forma al entorno construido.

Los chicos en la memoria que escribieron para el proyecto describieron:  “Al entrar en el Pabellón Argentino, el tiempo no avanza ni se detiene. El aire refresca; la luz se vuelve sutil, distante. El espacio invita a la pausa, a detenerse. El silencio es denso, pesado, y en él se diluye el tiempo, o mejor dicho, el tiempo parece quedarse allí, atrapado en un instante …La siesta, ruptura momentánea de la rutina como acto de suspensión… El pabellón como una experiencia colectiva de ocio: un refugio”. Así nace Siestario.

 

Siestario: ¿qué es?

“A lo largo de la sala, un silo bolsa, inflado y extendido, invade el espacio; descontextualizado de su función original, conserva la esencia mientras resignifica el propósito. Su presencia, surreal y extraña, evoca un resto de otra realidad: un vestigio de la economía argentina, un fragmento suspendido en la memoria. El silo se convierte en soporte para el reposo; un colchón de plástico blando, inmóvil, donde los cuerpos se hunden. En el mismo acto de descansar, comienza un tránsito hacia el sueño, hacia un tiempo indefinido. En ese estado, lo onírico impregna el espacio: los deseos ocupan las paredes, se filtran entre los cuerpos, se suspenden en el aire. La atmósfera se transforma en paisaje; lo posible y lo incierto coexisten en lo indeterminado”, así definieron los arquitectos a esta parte del proyecto presentado y ganado.

Habrá diferentes proyectores con diferentes imágenes de la arquitectura argentina que estudiaron minuciosamente y seleccionaron.

Es así que siestario se presenta como una reflexión sobre la relación entre la arquitectura y el tiempo. Este espacio no solo sirve como refugio, sino que también invita a los visitantes a experimentar una interrupción momentánea en su recorrido, en la que el tiempo se suspende y la experiencia de la siesta se convierte en una metáfora de pausa y conexión.

 

Pachué y Zampieron señalaron que  las bienales  son exposiciones muy largas con lugares de exposición con mucha carga de información. “Pensamos que el pabellón sea el lugar de descanso, para parar un poco de dinámica y proponer un descanso”.

Los silo bolsas que están en el mercado suelen tener unos 70 metros de largo, para este proyecto la idea es cortar. Se necesitarán alrededor de 37 metros de largo para utilizar en el espacio del pabellón argentina en la bienal de Venecia.

“Nosotros queremos que sea cómodo, que se acuesten en el silo bolsa”, contaron y explicaron que trabajan en el armado y en el relleno del mismo.

Existen varias marcas y algunas se distinguen por sus colores. Hay una que destina parte de su ganancia en campañas contra el cáncer de mama y por ello los silo bolsas son de color rosa.

Se trata de IpesaSilo que continúa con su destacada campaña Abrazo Solidario del Campo Argentino y además colabora con los arquitectos en el proyecto para llevar en mayo a Italia.

Proyecciones y descanso

La idea es que hayan varias proyectores colgados y de ahí se dispararán todo tipo de imágenes y sonidos: desde arquitectura moderna del país a imágenes del campo llevando paz y tranquilidad al visitante así como también de distintas obras de artes nacionales.

Los jóvenes arquitectos también trabajan en un libro que se presentará y se distribuirá en la bienal.

Presentación del proyecto en Rosario

Los ganadores del concurso nacional para la Muestra en Venecia 2025 presentaron el trabajo el pasado 28 de enero en el Colegio de Arquitectos Colegio de Arquitectura y Urbanismo de Rosario, con la participación de referentes del sector, entre ellos la arquitecta Mali Vázquez (CEDU), el arquitecto Gerardo Caballero (jurado del concurso), el presidente del Colegio de Arquitectura y Urbanismo, Rubén Palumbo, entre otras organización que acompañaron  para continuar consiguiendo el apoyo de distintos sectores para la concreción del proyecto en el viejo continente.

Allí se pudo ver un avance en un video: sonidos a grillo y viento que se mezclan, luz tenue con proyecciones que cambian de una pared a otra, al techo y llevan la paz, la calma, la relajación y  el disfrute de las obras, luego de unos minutos: silencio y una luz como de amanecer se puede asomar de una ventana.