El movimiento se produjo a 26 km de profundidad, según precisó el instituto estadounidense, sacudiendo a todo el norte y el centro de la gran isla de Honshu.
Su epicentro se registró a unas decenas de kilómetros en el mar frente a la prefectura de Fukushima (noreste), a unos 300 km de Tokio, donde también se sintió el temblor.
La Agencia Meteorológica japonesa no emitió alerta de tsunami y se limitó a señalar que el mar podría agitarse ligeramente en la superficie, sin consecuencias graves, según dijo.
En lo inmediato, la agencia tampoco dio cuenta de daños o víctimas.