Inolvidable y único. Así fue mi viaje: un sueño se hizo realidad. Y diario El Ciudadano fue el único medio periodístico de Rosario que vivió en primera persona, en el lugar indicado, el sorteo de la Copa del Mundo.
Fueron seis días donde el Estado de Bahía, tanto en la imponente Salvador (tres veces más grande que Rosario) y la paradisíaca Costa do Sauipe, estuvo pendiente de un evento que no se ve todos los días.
Fueron 34 horas de vuelo de ida y vuelta. Y días en donde el teclado de la computadora quedó exhausto. Jornadas eternas, comenzando a las 7 de la mañana y culminando a la medianoche. Tratando de informar y de que el lector tenga la noticia que surgía desde el lugar de los hechos.
Fueron 144 horas donde la información era la prioridad. Fueron horas de viajes en taxis para recorrer los kilómetros de distancia que separan a Salvador de Costa do Sauipe. Pero fueron días enriquecedores a nivel profesional. Es que estar ya viviendo la Copa del Mundo es una sensación verdaderamente increíble. Estar sentado en la tribuna de medios de frente al escenario donde Jerome Valcke anunciaba los países y los grupos fue una experiencia única. Créanme que estar en ese lugar y verlo en persona no tiene punto de comparación si uno lo ve por TV. Estar rodeado de periodistas de España, Japón, Alemania, Italia, Bosnia, Corea y decenas de países más que estuvieron representados es único. Uno lee habitualmente los diarios y webs más destacadas del mundo, y en esta semana pude codearme con ellos. En el mismo lugar.
Y además, este viaje me permitió conocer una región de un país que te recibe con los brazos abiertos. Esta parte del nordeste de Brasil me marcó. Su gente es muy amable, siempre tienen una sonrisa y me llevo muchos recuerdos como amigos, a quienes les prometí volver el año próximo.
El Ciudadano dijo presente en el puntapié inicial del Mundial de Brasil. El sueño se cumplió. Ojalá el próximo sea posible. Gracias.