Un testigo reconoció a Paula Perassi, a Gabriel Strumia y a su mano derecha, ANtonio Díaz, juntos en un bar de Timbúes. Se trata de un mozo del “Viejo Bar” quien fue a prestar declaración este lunes en los tribunales de San Lorenzo.
Paula Perassi desapareció un 18 de septiembre de 2011 y el principal sospechoso es Gabriel Strumia, empresario de Puerto San Martín.Tenía 36 años y estaba embarazada de su amante (Strumia). La investigación baraja la hipótesis de que Strumia, su esposa y otra mujer la sometieron forzosamente a un aborto en el que murió. Y, según esa línea, los acusados hicieron desaparecer el cuerpo y contaron con el encubrimiento de los policías.
En su declaración testimonial, el mozo indicó que también estaba presente el chofer Antonio Díaz, quien tanto la fiscalía como la familia Perassi y los abogados, Adrián Ruiz y José Ferrara, sostienen que es el eslabón que falta entre los procesados.
La prueba colectada este lunes por la Justicia se hizo a pedido de los fiscales Donato Trotta y Román Moscetta y fue autorizada por el juez Juan José Tutau.
Alberto Perassi, padre de Paula, en diálogo con LT3, expresó que el mozo ya había declarado en su momento pero era menor de edad y “por miedo” habría cambiado su declaración.
También acusó que todos los implicados en la muerte de su hija, según su reconstrucción de los hechos, están todos en libertad, menos él, quien vive este tormento desde hace 5 años.
Perassi afirmó que con esa declaración, la coartada de Strumia quedaría fuera de contexto. “Lo único que me importa es me devuelvan los huesos de mi hija”, indicó y agregó “no voy a parar hasta no saber la verdad, para no defraudar a toda la gente que me apoyó para conocer qué es lo que pasó con Paula”.
Acusó a la Corte Suprema que por unanimidad dieron marcha al procesamiento de los implicados en la causa. “El juez de la causa, no pone palos en la rueda, pone durmientes”, enfatizó Alberto.