En el rugby para avanzar hay que pasar la pelota para atrás y sobre todo jugar en equipo y unidos. Federico Pucciarello aprendió la lección a los 8 años. Jugó profesionalmente al rugby durante 15 años en Europa. En 2013 colgó los botines y fundó la primera planta de biodiésel de la provincia en Roldán. Lo hizo con tres productores de la región y más compañeros de los equipos donde compitió. En 2016 fundó con sus tres hermanos una empresa de movilidad sustentable y crearon el primer triciclo eléctrico de Santa Fe.
El vehículo funciona con tres baterías recargables y tiene capacidad para cuatro personas o para un conductor y un baúl, según la versión. Saldrá a la venta en 2018 y puede usarse como sistema de taxis ecológico, transporte de delivery o fuerzas de seguridad o patrullaje en fábricas o barrios cerrados.
Pucciarello encontró una nueva pasión en el estudio de las energías renovables, a donde llevó los valores del rugby. Se basa en unificar y trabajar en equipo. “Los que trabajamos con energía renovable estamos divididos entre cientos de millones de emprendedores y empresas. Si no unificamos voluntades va a ser muy difícil seguir batallando”, dijo Pucciarello a El Ciudadano.
Nuevo comienzo
Cuando Federico cumplió 21 años viajó a Europa. Pasó por equipos de Italia, Francia, Inglaterra e Irlanda. Salió campeón y ganó dos copas europeas. Entre torneos nació su primer hijo. Pensó que le iba a dejar un mundo espantoso y tenía que hacer algo al respecto. Intuyó que las energías renovables eran el futuro y aprovechó los contactos del deporte. Visitó cuanta empresa bioenergética pudo, leyó, consultó y proyectó mientras vivía en Francia. Abrió una planta de biodiésel en Irlanda.
En las charlas de vestuario habló del proyecto con sus compañeros. El entrenador y los jugadores de las selecciones de Nueva Zelanda, Francia, Inglaterra e Irlanda invirtieron en Rosario Bioenergy SA, la planta que construyó en 2007 en Roldán. Se sumaron tres productores agropecuarios de Alcorta, Guatimozín y Villa Cañas. Hoy son socios fundadores.
“En Europa entendí que las energías renovables vinieron para quedarse. Elegí volver a mi país porque tiene recursos naturales únicos. Defiendo lo nacional y a las empresas chicas que tienen una visión del impacto social, ambiental y económico que generan”, explicó el empresario.
El año pasado Federico y tres hermanos, también jugadores de rugby, fundaron Green Go, una empresa que lleva las energías renovables a la movilidad. Con el diseñador rosarino Juan Manuel Díaz crearon el primer triciclo eléctrico de Rosario: el Milla 1. Está pensado para adultos y funciona a base de tres baterías de litio que alimentan al motor. Pueden cargarse en cualquier enchufe doméstico como si fuera un celular. Sobre el techo tiene un panel solar donde se puede cargar el celular y usar como GPS. Además cuenta con luces Led, piso de madera deck y asientos regulables. Todos los materiales son ciento por ciento hechos en Rosario. Las piezas son similares a las de una bicicleta y los repuestos se consiguen en cualquier bicicletería.
El Milla 1 permite viajar hasta 100 kilómetros a una velocidad de 50 kilómetros por hora. Tiene capacidad para cuatro personas o para un conductor y un baúl, según la versión. La idea es usarlo en calles angostas, bicisendas, y que sirva como sistema de taxis ecológico, delivery, guardia urbana o patrullaje en fábricas o barrios cerrados.
El prototipo tiene tres ruedas y una cabina techada con vidrio al frente y los costados. Las líneas son curvas, de estilo futurista, en blanco con detalles verdes.
Los creadores no supieron precisar el costo de nuevo vehículo pero confiaron en que, con la progresiva estandarización de los elementos, el Milla 1 se volverá accesible para los usuarios. El costo de mantenimiento es mínimo y similar al de una bicicleta.
“Estamos muy entusiasmados con la recepción que el Milla tuvo en las redes sociales y en las presentaciones que hicimos”, dijo Pucciarello.
A futuro
En Green Go diseñan un auto eléctrico que presentará a mediados del 2018. “Queremos llevar las energías renovables hacia donde va el mundo: la movilidad eléctrica sin uso de petróleo. El desafío es bajar los costos de producción para entrar en el mercado argentino”, dijo Pucciarello.
“Somos la primera generación en darnos cuenta del cambio climático y del efecto negativo que tiene el petróleo. Argentina está empezando a apostar en energías renovables. El objetivo es ir mutando hacia vehículos eléctricos que no requieran consumo de energía proveniente del petróleo”, concluyó Pucciarello.
Media sanción para apoyar la movilidad sustentable
Hace dos semanas la Cámara de Diputados de Santa Fe dio media sanción a un proyecto de ley para fomentar la industrialización de vehículos eléctricos y con tecnología alternativa y reducir la contaminación ambiental. La iniciativa, impulsada por el diputado Joaquín Blanco, establece incentivos para las empresas que produzcan rodados a base de energía renovable y para los automovilistas que los usen.
El proyecto prevé la articulación entre empresas públicas y privadas para el desarrollo tecnológico y la promoción de plantas automotrices. También está en los planes incorporarlo progresivamente al transporte público, al sistema de bicicletas y al transporte compartido. “Bajaría la contaminación ambiental, sonora y económica para dejar de depender del petróleo”, dijo Blanco.
El proyecto plantea incentivos por 10 años para que los usuarios estén exentos del pago de patentes, del impuesto de ingresos brutos en la comercialización y que tengan tarifas promocionales para el consumo de electricidad. También prevé incentivos económicos para las unidades productivas del sector automotriz, la creación de polos tecnológicos, programas de capacitación de personal técnico y la creación de estaciones de recarga eléctrica.
A la vez propone que el Ministerio de Educación incorpore la temática en las escuelas técnicas y terciarios, para promover la formación de técnicos y profesionales especializados.
“Hay una tendencia a nivel mundial que va hacia tecnologías más limpias y una revolución de vehículos eléctricos que no emiten dióxido de carbono. El desafío es proteger la industria nacional y al autopartismo santafesino. Que la provincia no sea un receptor de la tecnología extranjera, sino que produzca acá”, dijo el diputado Joaquín Blanco.