No fue una noche más en Rosario. Es que fue una noche agitada la que se vivió este sábado en la ciudad. El reloj marcaba las 23.20 cuando los grupos de whatsapp de cientos de rosarinos comenzaron a arder. “Se me mueve la cama”. “A mí el reloj”. “Se me mueve todo”. No era una conversación de borrachos. Las víctimas eran personas que vivían en el centro y en el macrocentro, en pisos altos. Los grupos de whatsapp no eran los únicos que ardían, también el 911, los teléfonos de las comisarías y los bomberos.
Las interpretaciones comenzaron a tirarse entre amigos. Y una noticia sin fecha de un medio local daba cuenta de un movimiento sísmico que se había producido en San Juan. Alguno arriesgó que la culpa la tenía el grupo de rock La Renga que había pisado el escenario de Newell’s. Con el correr del tiempo, el problema comenzó a atribuirse a los rockeros, ya que no existe movimiento sísmico que dure 15 o 20 minutos.
Algunos vecinos del coloso Marcelo Bielsa explicaron que cuando hay partido y los hinchas saltan en la tribuna, los edificios sienten la vibración. ¿Cuánta potencia tenía el sonido? ¿Cuántos eran los que bailaban y saltaban en el césped y en las tribunas? La respuesta fue fácil, había que sumar las entradas vendidas, unas 25 mil. Unas 25 mil almas hicieron temblar a Rosario, una especie de tsunami llamado La Renga.
