¿Una región es una zona, un espacio delimitado geográficamente por accidentes naturales o por urbanizaciones límites?, ¿es un conglomerado cultural con hábitos, prácticas y aspiraciones comunes?, ¿un territorio más o menos homogéneo que responde a circunstancias históricas, políticas y hasta climáticas similares? Podría decirse sin exagerar que una región es todo esto y agregar también que cada uno de sus moradores marca un ritmo propio a partir de un quehacer que los distingue y los muestra en sus peculiaridades, en sus distintas apreciaciones sobre los conceptos de desarrollo, convivencia, aspiraciones, objetivos; en su forma de entender la comunidad organizada –si de sociedades se trata– y lo que a partir de allí pueda edificarse en busca de un bienestar común.
Pero todo esto, en el marco de una crisis muy acentuada –local y mundial, hay que decirlo– hace muy cuesta arriba esas pretensiones enunciadas y torna cuando menos complejo su logro. Afortunadamente, las distintas localidades, en su forma política de comunas y municipalidades –junto a empresas con sentido de pertenencia–, no dejan de perseguir esos atendibles objetivos apelando a sus recursos naturales y humanos para continuar desarrollándose, en busca de cimentar un futuro promisorio para las generaciones venideras que seguirán poblando la región. Si se recorre el vasto territorio aledaño a Rosario, hacia el norte, sur, este y oeste podrán encontrarse una buena cantidad de ejemplos de ese motor en marcha, porque hay todavía allí posibilidades que en la ciudad suelen estar agotadas –aunque no muertas, claro– pero que en esas amplias zonas tienen otro relieve y ofrecen nuevas oportunidades de –palabra devaluada pero siempre indicada– progreso.
De este modo y en otra de sus iniciativas, la Cooperativa La Cigarra da forma, a partir de este número, a un suplemento que aspira a reflejar las manifestaciones que animan a una amplia región santafesina, a implementar una panorámica que dé cuenta de sus producciones, de sus obras de infraestructura, de su empeño en fortificar la salud y la educación de sus pobladores, de sus emprendimientos –privados o públicos-privados– que buscan un cambio de paradigma en su articulación productiva, de proyectos o planes para el arraigo definitivo de los lugareños brindando el acceso a la tierra propia, de sus acciones culturales y sus expresiones artísticas y deportivas que contribuyen a destacar sus identidades.
En su conformación como cooperativa que produce un medio de comunicación –diario El Ciudadano y Elciudadanoweb.com– y contenidos en sus diferentes variantes, y que cree en un trabajo mancomunado con los estamentos que representan a las comunidades, La Cigarra apuesta porque El Regional se convierta en un muestrario de las actividades que motorizan el desarrollo pensado en su verdadera acepción: aquel que se traduce en el bienestar, en el cuidado y protección, en el escalamiento social de todos quienes habitan esta parte del mundo, es decir, esta región santafesina. También a que este suplemento sea un vaso comunicante entre las diversas gestiones de gobierno y empresas de la región y ponga en valor su indiscutible potencial de crecimiento. Esa, entonces, es la tarea que emprende El Regional convocando a todos los actores sociales y políticos de la región que compartan estos objetivos.
Juan Aguzzi
Juan Pablo Sarkissian