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Un verano peronista sin candidatos para el Congreso

El gobernador De La Sota es uno de los peronistas que apuesta a suceder a Cristina Kirchner.

Sergio Massa ya le confirmó en persona a Mauricio Macri que no encabezará una lista de candidatos a diputados nacionales en 2013. El encuentro, que recién ahora sale a la luz, se produjo hace tres semanas y no fue en los mejores términos. El intendente de Tigre dejó en claro que con el peronismo le alcanza y que no depende del PRO para proyectar su futuro político ya sea en la gobernación bonaerense o, en caso de superar el piso de 40 puntos, en el principal distrito electoral del país, en la presidencia de la Nación. El mensaje también lo recibió en cuerpo presente Roberto Lavagna, quien en marzo lanzará su candidatura a senador por la Capital Federal con Graciela Ocaña como potencial compañera de fórmula para competir contra Gabriela Michetti.

El verano se acerca, los políticos ya reservan carpa en la costa atlántica para la campaña de las legislativas 2013 y tanto el peronismo anti-K como el peronismo macrista buscan revertir un escenario de dispersión sin candidatos confirmados para la Cámara de Diputados.

El PRO ensaya con el ex fiscal y ex juez Guillermo Montenegro y el economista Carlos Melconian, un metamensaje para los electores bonaerenses que, a través de esos dos nombres, deberían decodificar cuánto le preocupan la seguridad y la economía de cara a su proyecto presidencial. Muchos interpretan que, en realidad, Macri dejó la zona liberada para Massa en una maniobra especulativa en medio del cortocircuito con Daniel Scioli por el destino de la basura.

Ayer en Pilar hubo una nueva presentación del gobernador cordobés José Manuel de la Sota, otro peronista díscolo que apuesta a suceder a Cristina de Kirchner y no tiene aún estructura propia en la provincia de Buenos Aires. Su principal anclaje en el más importante bolsón de votos de la Argentina son el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, y la diputada nacional Graciela Camaño, dirigente del partido de San Martín. El jueves 15, el gobernador de Córdoba volverá a pisar la provincia de Buenos Aires junto a legisladores nacionales del Frente de Unidad Peronista. Será en Balcarce para asistir al lanzamiento de la junta del partido Unir del diputado bonaerense Alberto Asseff, uno de los principales promotores de la candidatura presidencial de De la Sota. “La experiencia política del gobernador cordobés aparece como un elemento clave para estabilizar el futuro del país”, lanzó Asseff, quien apuesta a un armado que incluya a independientes y radicales, como Julio Cobos en Mendoza. De la Sota avala esa construcción y también visitará al intendente de la capital neuquina, el radical Héctor “Pechi” Quiroga, este viernes en el sur. Antes, hoy, se mostrará con el último gobernador de la UCR, el correntino Ricardo Colombi, con show de cuartetazo incluido para promocionar la temporada cordobesa de verano en esa provincia mesopotámica.

No habrá, al menos por el momento, nuevas fotos junto a Macri. Al igual que Massa, De la Sota no necesita del jefe de Gobierno porteño para sumar peronismo. Sí a la inversa. Luego de la aproximación de Miguel Torres del Sel a Daniel Scioli, en el PRO también murmuran sobre la proximidad entre Massa y el intendente de Vicente López, Jorge Macri.

Cariglino no descarta ser candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Espera, como todos, definiciones de Scioli y de Massa. Francisco de Narváez tampoco resigna sus ambiciones de encabezar una boleta, pero todavía se lame las heridas abiertas por el acuerdo con Ricardo Alfonsín para enfrentar a Cristina de Kirchner en 2011. A ese pelotón se suma ahora Gerónimo “Momo” Venegas, otro que quiere llegar a la Cámara de Diputados en 2013.

Sin embargo, la efervescencia del peronismo no generaría demasiadas burbujas este verano. Nadie tiene candidatos definidos a menos de un año de la elección. Ni siquiera el Frente para la Victoria, que también espera definiciones del intendente de Tigre. Alicia Kirchner no trepa en las encuestas. Y ya circula entre los operadores una maldición peronista por vencer: nunca un gobernador de la provincia de Buenos Aires fue presidente. Y sólo un intendente del conurbano trepó a la gobernación: Eduardo Duhalde. Tampoco nunca River Plate había descendido a la B Nacional.

En este escenario de transición y cambios inciertos, un ala romántica de La Cámpora se resigna al avance de Scioli. Y para mantener vivo “el proyecto” imaginan a Cristina de Kirchner como gobernadora, ya no de la lejana y remota Santa Cruz, sino de la provincia de Buenos Aires.

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