Un hombre de alrededor de 70 años falleció esta madrugada en un confuso episodio de violencia. En principio, la víctima se descompensó al comprobar que la verdulería de su propiedad había sido blanco de un ataque incendiario. Con la visión del humo y el fuego, se desplomó y cuando llegaron los médicos ya había fallecido. Los Bomberos Voluntarios consiguieron controlar las llamas, pero la asistencia sanitaria, coincidieron vecinos, tardó demasiado en arribar al lugar.
#Ahora | #M27 a cargo del Sargento Boscaini trabajando en #incendio de vivienda en Rouillon y Seguí junto a personal policial y SIES. #EvitarLaZona #Precaución @TransitoRos @leodelga2 @emergenciasAR
— Bomberos Rosario. (@BombVolRosario) July 6, 2022
El negocio está ubicado en Pasaje Origone al 5900, casi esquina con Rouillón, cerca del complejo Fonavi de Rouillón y Seguí. Está instalado en una vivienda de planta baja. El fuego tomó una estructura de madera que cubría una ventana.
El hombre, identificado en principio como Alberto T., fue asistido inicialmente por vecinos, un policía y un bombero, que no consiguieron reanimarlo. El siniestro de apariencia intencional fue pasadas las 5. Allegados y habitantes de la zona dijeron que el móvil del Sies llegó tarde y que, además, no funcionaba el desfibrilador para las maniobras de resucitación.
“Llegaron los bomberos y la policía, pero la ambulancia llegó más de media hora o una hora después y cuando llegó el aparato de RCP no tenía baterías, no funcionaba. Eso nos dio una impotencia terrible”, señaló una mujer que se presentó ante el móvil de LT8 como familiar de la víctima. Dijo que el hombre “tenía problemas cardíacos y estaba esperando turno par ser operado otra vez del corazón». Admitió que el incendio fue de baja intensidad, pero la impresión que le causó al propietario del negocio fue alta, y por eso «se descompensó en la calle”.
La misma familiar insitió en que bomberos y policías fueron quienes porcedieron a las primeras maniobras de resucitación cardio pulmonar, ante la tardanza de los servicios de emergencia. “Primero fue un policía, que se arrodilló y se puso hacer RCP. Como se cansó, lo ayudó un bombero. Si hubiese llegado la ambulancia con el aparato desfibrilador como corresponde, se hubiese salvado”, estimó la familiar del fallecido.
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