Una velada a pura música cubana es la que ofrecerá este domingo, desde las 20, Distrito 7 (Ovidio Lagos 790), que prepara una fiesta con los sonidos, el calor y el color de la isla. La música estará representada con propiedad en las manos del músico Rafael de la Torre que se presentará junto a su banda, Clave Cubana.
Fundador de la Nueva Trova Cubana junto a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, De la Torre dialogó con El Ciudadano sobre cómo viven los pueblos de América su música autóctona, sobre el fenómeno de la Trova y anticipó cómo será el concierto en Rosario.
Embajador artístico de la Isla en Argentina desde hace más de dos décadas y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, De la Torre contó que mantiene una relación estrecha con su país porque, afirmó, “el que pierde el vínculo con su raíz o con su país, perdió todo”.
—¿Cómo pensó el concierto?
—No puedo hacer otro repertorio que no sea uno coherente con nuestra historia musical. Haremos una especie de panorama de la música cubana lo más cercano a lo que nos parece que tiene que recibir el público rosarino al que queremos mucho.
—Hace tiempo que vive acá…
Sí, hace un tiempo, pero voy y vengo a Cuba.
—¿Viaja seguido?
Sí, porque, en el arte, el que pierde el vínculo con su raíz o con su país perdió todo.
—En este camino de ida y vuelta, de ser una suerte de artista del mundo, ¿su música se nutrió de elementos argentinos?
—Claro que sí, y me siento realmente agradecido de haber podido aprender otros géneros que no conocía como el rasguido doble, el chamamé, la galopa; poder manejar con mayor certeza la zamba y la chacarera, es algo que me llena de orgullo en mi actualidad. Todo esto no está derramado en Clave Cubana pero sí en mi formación y en otros proyectos musicales que tengo. Soy un ser de 67 años que pertenece a una generación cubana muy tanguera.
—Tanto el son cubano como el tango argentino son expresiones de los pueblos. ¿Cómo se vive hoy el vínculo entre estos dos países desde la música?
—Tenemos un vínculo muy grande desde siempre con el pueblo argentino. Acá vivieron Pérez Prado, que fue creador de Rey del Mambo; pasó Lecuona con la Lecuona Cuban Boys; vivieron Bola de Nieve y Los Hermanos Rigual que pocos se acuerdan que fueron los creadores de “Cuando calienta el sol”, que luego popularizó Luis Miguel. Tenemos un vínculo cultural ancestral. También con el cine argentino y las películas de Libertad Lamarque y Tita Merello.
—En una entrevista con un artista español, el decía que, en su país, vuelven a escucharse autores que sonaron mucho en los 70, como Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Esa música parece representar el sentir actual de mucha gente. Mirando hacia atrás hay compositores que hace 40 años escribieron sobre cosas que hoy están más vigentes que nunca. ¿Qué opina de eso?
—Que estoy absolutamente de acuerdo. Hay un hecho ético y estético en la cultura nacional que se llama Nueva Trova. Un hecho que es prolongación de lo que se llamó, en los 60, Nuevo Cancionero Latinoamericano, donde también estuvieron Inti Illimani, Quilapayún, Violeta Parra y Víctor Jara. Hay un montón de realidades extra, contenidos acérrimamente políticos que tienen que ver con el hecho humano y la sociedad en sí misma, y que este tipo de composiciones y compositores de mi generación representan, precisamente en el hoy, un espacio necesario que la gente está volviendo a retomar.
—¿Cree que se hace más hincapié en lo estético y se olvida la palabra, los mensajes que todos necesitamos escuchar?
—Un mensaje estético bien hecho es político en sí mismo. Cuando hablo de político no me paro en un lugar u otro, hablo de un hecho que es así: político. El hecho estético y ético de la Nueva Trova permeó, en el mejor sentido de la palabra, en la juventud del mundo, sobre todo en la iberoamericana. Para confirmar lo que tú le preguntaste a ese artista español, decir que es verdad: estamos faltos de textos que nos digan determinadas cosas que necesitamos escuchar o por lo menos que nos las recuerden.
—¿En qué está trabajando?
—Tengo un montón de cosas. Clave Cubana es mi razón de ser nacional. Pero también tengo una banda de ska donde hago ese tipo de música que está vinculada con la cubana y se llama Rafa de la Torre Latin Ska. Con ellos estoy terminando un disco. Y simultáneamente grabando, desde hace siete años, con un amigo, ex integrantes del Trío Laurel, un proyecto de música experimental donde mezclamos música guaraní con música cubana. No de Paraguay y Corrientes sino desde Brasil hasta Centroamérica. El fenómeno es mucho más amplio. Es un descubrimiento maravilloso.
