Central recibirá la semana que viene al líder del torneo, el sorprendente Vélez. El equipo de Matías Lequi afrontará uno de los encuentros más difíciles de todos. Es que más allá de los puntos que tiene el rival, el funcionamiento del equipo de Quinteros luce casi sin fisuras. Lo que está claro es que el Canalla no solamente deberá dar un salto de calidad por las aptitudes de los de Liniers, sino que deberá mejorar por cuestiones propias. No hay dudas que ante Platense, más allá de la derrota, no hizo las cosas para nada bien.
El entrenador deberá dar un volantazo sí o sí. Hasta ahora su Central se parece demasiado al de la última etapa de Miguel Ángel Russo y no se ve mucho la mano del nuevo técnico.
Una de las cuestiones a cambiar es el esquema. El 4-2-3-1 que tanto resultado dio en el último semestre de 2023 hace rato que no da réditos. El equipo luce con pocas herramientas para ir por el arco de enfrente y encima, producto de las ausencias por lesión, ahora hasta sufre de mitad de cancha hacia atrás. Un dato relevante y que reafirma la falta de solidez defensiva es que en los últimos tres partidos le han marcado goles en los primeros diez minutos.
El doble cinco inamovible por más que vaya en desventaja, el hueco gigante a espaldas de Campaz, el casi no juego que tiene por la derecha y la falta de gol hizo que Central sea un equipo previsible. Los rivales saben cómo atacarlo y conocen las pocas herramientas que tiene para lastimar.
Modificar antes de que sea tarde es la labor principal que tiene Lequi y sus colaboradores antes del partido del martes. Pero ojo que las modificaciones deben ser “novedosas”. Es obligación para el entrenador recordar cómo Russo modificó el ataque (NdR: después del receso ubicó a Ruben junto a Copetti y prescindió de Malcorra) y que no dio resultado. Es tarea también acordarse que cuando él utilizó a Ruben como único punta el goleador histórico se lesionó y el equipo sufrió sus ausencias posteriores.
Lequi tiene que cambiar, tiene que demostrar que es inteligente y que tiene carácter para modificar a tiempo. Central está transitando un año mediocre y si bien mucho no va variar esa calificación cuando termine la temporada, sí debe dar señales de mejoras inmediatas y sobre todo sumar de a tres.
Dejar atrás lo que hace rato que no funciona, como el sistema de juego. En algunos casos utilizar otros jugadores o con los mismos pero en otra posiciones. Nadie pretende que haga locuras que después hasta resulten risueñas o rídiculas. Campaz arriba al lado del nueve, Malcorra de doble cinco, por nombrar movimientos que hasta ahora no se hicieron; algo tiene que cambiar porque de seguir así el choque contra la pared será inevitable y diciembre le quedará muy lejos a todos.