Hace tiempo que se mencionan jugadores que son del interés del cuerpo técnico de Newell’s por los que la dirigencia ha hecho contactos y sondeos informales pensando en el armado del próximo plantel. Uno de ellos es Hernán Fredes, quien tiene contrato con Independiente hasta junio de 2013.
Según le confiaron a El Hincha, el volante es del total agrado de Gerardo Martino, pero en el Rojo de Avellaneda está en la consideración de Cristian Díaz y los directivos de esa entidad sólo se desprenderían del futbolista mediante una transferencia, por lo que no estarían dispuestos a negociar un préstamo.
Fredes registra dos etapas en Independiente (2006-2009 y 2010-2012), en los que jugó 131 partidos y marcó cuatro goles por torneos de AFA. Además, disputó 18 encuentros y anotó dos tantos por competencias internacionales con el Rojo. En el 2009 fue cedido a préstamo a FC Metalist Kharkiv de Ucrania. En el presente Clausura, el mediocampista jugó 12 cotejos, de los cuales diez fueron desde el arranque.
En el receso anterior, Martino anduvo en la búsqueda de algunos mediocampistas que pudieran competir el puesto con Lucas Bernardi y Pablo Pérez, los únicos volantes internos que hoy tiene el plantel. De hecho, cuando Pérez no pudo ser de la partida, el Tata debió improvisar a Leonel Vangioni y Martín Tonso en esa posición.
Por eso no sorprendería que en el venidero receso el entrenador leproso insista en conseguir algún jugador en esa posición. Dos futbolistas que fueron sondeados en aquel momento fueron Rodrigo Battaglia, de Huracán, y Marcelo Díaz, de Universidad de Chile.
Disgusto con la dirigencia
Alejandro Lasaigues, representante de Hernán Fredes, planteó hace unos meses un disgusto con la dirigencia de Independiente respecto a la renovación del contrato del jugador y por una importante deuda.
“Fredes tiene un año más de contrato con Independiente. En junio de 2013, si no se le renueva, es jugador libre. Si a Hernán se le vence el contrato me van a tener que llamar, en algún momento nos vamos a ver la cara”, disparó el empresario.
Sin embargo, la bronca mayor obedece a una deuda que el club mantiene con él. “La deuda mía viene de la gestión anterior y está totalmente documentada. Me junté con la gente de Independiente y me cambiaron unos cheques que, lamentablemente, vinieron para atrás. Y no tuve más respuestas”, argumentó.
