La corredora de 24 años, quien fue vista saliendo de un vehículo y entrando al aeropuerto de Narita, dijo que su equipo intentó forzarla a volver a su país luego de que criticó a sus entrenadores.
La atleta olímpica bielorrusa llegó este miércoles a dicha terminal aérea para abordar su vuelo a Polonia, luego de que Varsovia le ofreciera la visa humanitaria y donde a su arribo declinó hablar con la prensa al llegar al aeropuerto, según reproduce AFP.
Tsimanouskaya indicó que temía por su vida si regresaba a Bielorrusia, donde se vive una represión contra los disidentes, tras las cuestionadas elecciones del año pasado que dejaron el poder en manos del hombre fuerte Alexander Lukashenko.
La atleta fue una de las más de 2.000 figuras del deporte de Bielorrusia que firmaron una carta abierta pidiendo nuevas elecciones y la liberación de los presos políticos.
El esposo de la corredora huyó a Ucrania y ahora se reunirán en Polonia, un país crítico del régimen de Lukashenko.
Tsimanouskaya llegó a la embajada de Polonia el lunes tras pasar una noche en un hotel del aeropuerto, luego de que pidió ayuda para evitar lo que denunció como un intento de su equipo de obligarla a regresar a su país.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo este martes que conversó con la «valiente» Tsimanouskaya, quien «actualmente está siendo cuidada y a salvo».
Lukashenko, en el poder desde 1994, provocó la ira internacional en mayo al enviar un avión caza a interceptar un vuelo de la aerolínea Ryanair en la ruta de Grecia a Lituania para detener a un disidente que iba a bordo.
El episodio olímpico ocurre en momentos que la policía de Ucrania reveló que un activista bielorruso desaparecido, cuya ONG ayuda a sus compatriotas a huir de su país, fue encontrado ahorcado en un parque de Kiev.