Los defensores de los sentenciados en el marco de la causa Monos por asociación ilícita y homicidios comenzaron ayer a exponer los fundamentos de la apelación ante el tribunal que examinará la prueba, compuesto por las juezas Gabriela Sansó, Bibiana Alonso y Carolina Hernández.
Con un clima enrarecido por los ataques a balazos contra viviendas de magistrados y policías, además de edificios judiciales judiciales, y medidas de seguridad que cercaron por varias cuadras el predio de Mitre y Virasoro, los primeros pedidos vinieron por parte de los acusados, que comenzaron a desistir de presenciar las jornadas de debate hasta que se celebre la llamada audiencia de visu, que es cuando el juez puede interrogar al acusado. Varias pantallas de televisión que fueron instaladas en la sala reproducían las imágenes de los acusados que desde el Chaco (Ariel “Guille” Cantero, penando con 22 años de cárcel), Rawson (Jorge “Ema” Chamorro) y Piñero (Ramón “Monchi” Machuca –quien recibió la pena más fuerte: 37 años–, Mariano “Gordo” Salomón y Walter “Dani” Jure) observaban el juicio. Sólo algunos ex policías condenados y que no están en cárceles decidieron concurrir a la audiencia. El resto, salvo Machuca, decidió no presenciarla. En total se dirime la suerte de 18 condenados y dos absueltos durante esta apelación.
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El primero en romper el hielo fue Carlos Edwards, quien junto con Fausto Yrure representa a Guille Cantero, Ema Chamorro, Agustín Ruiz, Lorena Verdún (madre de los hijos de Claudio “Pájaro” Cantero y (el representante de futbolistas) Francisco Lapiana (estos dos últimos, absueltos en el veredicto de abril pasado). En forma alternada comenzaron a presentar los argumentos que se vinculaban con las nulidades planteadas en el juicio y que no fueron resueltas.
La primera tiene que ver con la recusación de los jueces Ismael Manfrín y María Isabel Más Varela –integraron el tribunal que dictó la condena junto con Marisol Usandizaga– por el conocimiento previo que tenían sobre la causa, ya que habían intervenido en el juicio por el homicidio del Pájaro Cantero, asesinado en mayo de 2013, en el que fueron absueltos Luis “Pollo” Bassi, Facundo “Macaco” Muñoz y Milton Damario.
Edwards pidió la nulidad de lo actuado por los jueces por la pérdida de la objetividad, ya que las escuchas fueron difundidas en el juicio por el crimen del Pájaro. Aclaró que ya en ese juicio se pronunciaron sobre la legalidad de las mismas, ya que fueron el principal sustento.
Luego, Fausto Yrure se pronunció sobre la presunta parcialidad del juez instructor Juan Carlos Vienna. Recordó la foto que sacó el juez en Las Vegas con Luis Paz, el padre del asesinado Martín “Fantasma” Paz, asesinado en septiembre de 2012 y cuya muerte derivó en el caso por asociación ilícita. Esa foto y los informes de Migraciones daban cuenta de que ambos viajaron juntos con sus parejas a ver una pelea. Si bien este detalle fue corroborado, no alcanzó para que lo sacaran de la causa y lo ratificaron en la investigación.
También recordaron cuando Vienna fue filmado por uno de los condenados, Sergio Blanche, cuando le pedía que cambiara de abogado para recuperar la libertad.
Después Yrure se refirió a la valoración de los testigos Diego Cuello, Diego Romero y Arón Trévez
Edwards analizó el contexto político en el que se llevó adelante el juicio. Cuando el jefe de Policía de la provincia fue detenido en una pelea “Nación-Provincia” que terminó con Tognoli absuelto este año.
También recordó la creación de la Brigada Operativa de la División Judiciales, cuya única función fue investigar la causa Monos.
“Al homicidio de Martín Paz lo investigaba la Brigada de Homicidios, hasta que se creó la Brigada de Judiciales”, sostuvo.
Recordó un programa de televisión en el que participó Machuca cuando estaba prófugo, desde la clandestinidad. Y acusó a la Brigada Operativa de intentar venderle la investigación a cambio de dinero.
Yrure reconstruyó la línea histórica de la investigación. Recordó que la causa comenzó «el 8 de septiembre de 2012 con el homicidio de Paz en 27 de febrero y Entre Ríos. Esta causa, que es investigada primero por la Brigada de Homicidios y la toma después judiciales en abril de 2013. Fue cuando le ofrecen a Vienna una investigación que ellos habían realizado sin ningún tipo de control judicial que llevaba el nombre de Sicarios”.
«Con esa pesquisa logran la orden judicial para intervenir teléfonos de la familia Cantero sólo un día después», agregó.
Yrure recordó que la relación entre Vienna y Luis Paz condicionó la causa. “Hubo hechos que mostraban esa relación que se pudieron probar y las consecuencias de esa parcialidad, pero el tribunal lo desoyó”.
También se refirió a tres testimonios que dieron sentido a las escuchas, que de otra manera hubiesen resultado inconexas.
“Vienna necesitaba testimonios fundamentales para que las escuchas tuvieran sentido y los encontró en el testimonio de Diego Cuello, Diego Romero, Aron Tréves y Luis Paz, que son los únicos testigos en toda la causa”.
Para Yrure, para arribar a la sentencia «los jueces contaron con menos elementos que para el procesamiento, ya que tildó a esos testigos como mentirosos, que eran los que debían darle sentido a las escuchas».
“El que contextualizo esta historia fue el hacedor de la historia, Ariel Lotito”, sostuvo Vienna en referencia al policía que integró la Brigada Operativa y llevó adelante la investigación. Sobre los testigos, por momentos sostuvieron que sus testimonios era verdad y por momentos que era mentira.
Sobre estos testigos, Yrure recordó “que tanto Cuello como Tréves aseguraron que declararon bajo presión. Cuello estaba preso por un allanamiento ordenado por Vienna y Treves aseguró que le prometieron la libertad en una causa de homicidio a cambio de su testimonio”.
Con respecto a Romero, Yrure recordó que “acusó a un hombre (el luego asesinado Alejandro “Chino” González) por cuatro homicidios y estaba preso en el momento en que se ejecutaron”.