La Biblioteca Municipal de San Lázaro, la más antigua de la capital portuguesa, organizó una cacería de 2.500 libros por toda la ciudad en lugar de pokémons, para reavivar el interés por la lectura.
La actividad que se prolongará hasta el 15 de septiembre, reparte gratuitamente entre 50 y 60 libros cada día en parques, jardines, bancos y espacios públicos de Lisboa, los que esperan ser encontrados y leídos por transeúntes curiosos.
Inicialmente, la propuesta se probó dentro de la biblioteca pero sólo se acercaron a participar algunos socios de la misma, por lo que las autoridades decidieron sacar los libros a la calle y ponerlos a disposición de todo el mundo, explicó la bibliotecaria y coordinadora del proyecto, Joaquina Pereira, citada por EFE.
El principal objetivo de la «cacería» es «hacer un contrapunto» a la sociedad actual, marcada por la tecnología e internet, y conseguir que las personas vuelvan a disfrutar del placer de leer un libro, aclaró Pereira.
«Queremos que todo el mundo tenga acceso a los libros, que se los lleven a casa, los disfruten y retomen o inicien el gusto por la lectura», señaló.
Los 2.500 libros incluidos en la actividad son de géneros variados, desde temática romántica hasta libros infantiles o novelas históricas, todos ellos de autores reconocidos de la literatura nacional e internacional y de diversas generaciones.
Los volúmenes se preparan a primera hora en la biblioteca, se dividen en bolsa que contienen cerca de 20 libros de géneros variados cada uno y, a lo largo de la mañana, los bibliotecarios los distribuyen por las zonas más concurridas en las cercanías de San Lázaro.
Todos los ejemplares distribuidos por las calles tienen en la primera página un folleto que, con el mensaje «llévame contigo», invitan a quien lo recoja a disfrutar de la novela que lo acompaña y a visitar la biblioteca después para posibles nuevos préstamos.
La Biblioteca de San Lázaro, construida en 1883, está considerada la biblioteca municipal más antigua de la ciudad y cuenta con más de 5.200 volúmenes en sus estantes publicados entre el siglo XVII y el siglo XX en lengua portuguesa, española y francesa.
Está ubicada en Arroios, uno de los barrios más grandes de la ciudad con gran presencia de extranjeros y en el que conviven más de 60 comunidades distintas.