Después de la profunda tristeza que significó la derrota ante River en la final de la Copa Argentina del último jueves, Central despidió el año con una mueca de sonrisa gracias al triunfo 2-0 sobre Belgrano en Córdoba, en lo que fue la primera presentación del equipo sin Eduardo Coudet.
Desde el inicio del encuentro, Central se insinuó superior a Belgrano. Y si bien no impuso condiciones, el Canalla jugó en campo contrario. Con la movilidad de Lovera por derecha, a los auriazules les alcanzó para inquietar al local. Aunque las llegadas se dieron, generalmente, en acciones de pelota detenida.
Hasta que a los 27, en una distracción defensiva del local, Ferrari metió un pelotazo largo para Herrera, y el Chaqueño, dentro del área y de media vuelta, no perdonó. En ofensiva, lo del Pirata fue muy pobre. La primera parte se fue con un Central ganador, bien plantado en su campo y que no padeció sobresaltos. Algo poco común en los últimos tiempos.
Para el complemento, Belgrano se adelantó en el campo e intentó recuperarse. Pero la reacción fue más emocional que futbolística. Y ni siquiera pudo imponer condiciones cuando quedó con uno más por la expulsión del uruguayo Menosse a los 15 minutos.
Es más, en su intento por ir contra el arco del Ruso Rodríguez, el equipo de Madelón comenzó a desequilibrarse. Y de contra, Lo Celso aprovechó las ventajas que otorgó el Celeste para sellar el 2 a 0.
Con solidez y eficacia, más una buena producción de los pibes que eligió Fernández, Central volvió al triunfo luego de 8 fechas y ganó con justicia en Córdoba, el mismo escenario donde tanto dolor sintió hace poco y que le puso punto final al ciclo del Chacho. ¿Quién vendrá ahora?
