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Una clase de historia: La Asociación de Trabajadores del Estado cumplió 100 años

“Paradojas de la historia, un siglo después que nos dieron vida, los estatales enfrentamos casi el mismo escenario: un Gobierno que impulsa un Estado patronal y colonialista como en aquella época”

“Paradojas de la historia, un siglo después que nos dieron vida, los estatales enfrentamos casi el mismo escenario: un Gobierno que impulsa un Estado patronal y colonialista como en aquella época”, disparó Rodolfo Aguiar, Secretario General del gremio.

En efecto, en un contexto de ajuste brutal, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el sindicato estatal con un largo camino reconocido de lucha a lo largo de la historia, cumplió este miércoles un siglo de vida.

Para conmemorar los 100 años, el sindicato realizó un acto en el Teatro Verdi de la Boca, cuna que vio nacer a una de las instituciones gremiales más reconocidas a nivel internacional. Fue en ese lugar que se llevó a cabo la asamblea fundacional de la institución.

Dice Aguiar: “Una historia de 100 años marcada por la recuperación del sindicato de las garras de la última dictadura militar en el 84. Hoy tenemos un Gobierno negacionista que intenta legitimar los crímenes atroces de la última dictadura militar como herramienta de disciplinamiento en el presente”.

Y agrega: “El mejor homenaje que le podemos hacer a nuestros pioneros de 1925, a esa generación maravillosa que recuperó el sindicato y a estos 100 años es que frente al intento de infundir miedo, frente a un Gobierno que plantea un modelo del país en el que no ingresamos con una vida digna los trabajadores y los jubilados, y que solo puede aplicarse mediante un protocolo ilegal anti-movilizaciones, cuando muchos especulan y otros no se animan, ATE decide ponerse al frente de la lucha y no parar de luchar hasta recuperar el último derecho perdido y hasta que el trabajo vuelva a dignificar a todas las familias argentinas”.

En esta línea y como parte de su discurso donde se conmemoraron los primeros 100 de ATE, Aguiar remarcó que: “La vida militante nos dio la maravillosa oportunidad de ejercer responsabilidades institucionales en uno de los sindicatos más grandes, antiguos y prestigiosos de la República Argentina justo en su centenario. Este tiene que ser un día en el que se reconozcan a los 9.163 dirigentes que ATE tiene en sus más de 185 seccionales y 24 consejos directivos provinciales, además de los delegados de base de todos los sectores y los casi 400.000 afiliados. Ellos son los hacedores. Feliz cumpleaños número 100, larga vida para nuestra querida ATE”.

Por su parte, la Secretaria Adjunta, Mercedes Cabezas, expresó: “Nuestra organización, desde su fundación, se ha enfrentado a todas las dictaduras y ha logrado avances históricos en la defensa de los puestos de trabajo y en la mejora de las condiciones salariales. Aún queda mucho por hacer, pero es un orgullo pertenecer a una organización que hoy cumple 100 años y que ha promovido la organización colectiva”.

Cien años de vida

“Dejar constituida una organización que agrupe en su seno a todos los productores que dependen del Gobierno Nacional, por ser éste el único medio de defensa de nuestros intereses”, dijo Juan Popovich en la tarde del 15 de enero de 1925 y pusiera la piedra fundacional del gremio.

Aquella organización naciente es hoy una organización de alcance nacional, con casi 400.000 afiliados que suman representación y territorialidad en toda la Argentina, con un Consejo Directivo Nacional, 24 Consejo Directivos Provinciales y más de 190 Seccionales, que dan respaldo y presencia en cientos de organismos nacionales, administraciones públicas provinciales, municipios, organismos descentralizados, de Defensa, Seguridad Social, Salud y numerosas áreas donde tiene presencia el Estado Nacional, y los Estados provinciales y municipales.

La fundación del sindicato en el mítico Teatro Verdi de La Boca parte de la necesidad de los trabajadores portuarios de crear una organización para la defensa de sus intereses: herreros, carpinteros, mecánicos, torneros, peones de patio y fundición, electricistas, albañiles, marineros y foguistas de las dragas, son señales de su origen ligado a las Vías Navegables y operaciones, que rápidamente se extendió por los puertos del Litoral y posteriormente se reproduce entre dependencias del Estado asociadas a la producción y servicios como petroleras o telepostales.

El camino al Centenario

Tras sus primeros años de vida sindical, ATE celebra su primer Congreso el 12 de agosto de 1928. Allí se reclama fuertemente al Estado el reconocimiento del derecho a la organización, la abolición de los reglamentos internos que restringieran la actividad sindical y, naturalmente, el reconocimiento de la Asociación como “entidad de clase de carácter nacional”.

Para entonces ATE ya era una organización sólida y creciente con miles de afiliados en gran parte del país, con Seccionales que se fundaban y un cauce que se abría. Para 1932, ya eran 30.000 las y los trabajadores agrupados en 22 Seccionales.

En esta rica historia del sindicato, el 17 de octubre de 1945 también está marcado a fuego. Fue un dirigente de ATE, Libertario Ferrari, quién volcó la votación en el seno de la Confederación General de Trabajo, el 16 octubre de 1945, para que las y los trabajadores fueran a la huelga y se movilizaran por la suerte de Perón. Ferrari no sólo sufragó a favor de la medida de fuerza sino que fue el que planteó su ratificación cuando se habían alzado algunas voces “moderadoras”.

En esa década ATE también marca la diferencia de acción sindical con la creación, el 16 de enero de 1945, de la Seccional Bahía Blanca, conducida íntegramente por mujeres costureras pertenecientes a la Subintendencia del Ministerio de Guerra. Su conducción será cien por ciento femenina por dos períodos consecutivos, un hecho inédito.

Siendo que podía afiliar a todas y todos los obreros y empleados de la Administración Pública Nacional, a principios de los años 50 ATE es el sindicato con más afiliadas y afiliados del país.

Los sucesivos golpes de Estado contra los gobiernos democráticos de Juan Domingo Perón (1955), Arturo Illia (1966) e Isabel Perón (1976), también repercuten en la actividad sindical, de la cual ATE no está exenta.

En la última dictadura militar (1976-1983) se genera un sindicalismo cómplice y contrario a los intereses de nuestra sociedad. En 1984 la Lista Verde Anusate, con –entre otros- dirigentes como Víctor De Gennaro y Germán Abdala, se impone en las elecciones internas y abre el camino a la recuperación de la organización sindical. Aquella dictadura arrojó un total de 2.252 trabajadoras y trabajadores estatales detenidos-desaparecidos y asesinados entre 1976 y 1983.

El triunfo de Carlos Menem en las elecciones nacionales de 1989 y su reconversión al liberalismo abre otro quiebre en el arco sindical.

La venta de emblemáticas empresas estatales y un alineamiento con las crecientes políticas neoliberales que se ciernen sobre los países del sur del continente generaron en la política sindical el retiro de ATE de la Confederación General del Trabajo (CGT) y la posterior creación de una nueva central sindical: el Congreso de Trabajadores Argentinos.

Tras la salida de la llamada crisis del 2001 y con la llegada del Gobierno de Néstor Kirchner, ATE se incorpora al Convenio Colectivo de Trabajo para la Administración Pública (2004).

Y en este presente complejo y de ajuste, ATE honra su pasado histórico y continua la lucha.

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