Una cocina de «alta gama» fabricada en Argentina por un joven emprendedor de la ciudad de Rosario fue seleccionada entre los ganadores 2020 del concurso «Good Design Award», un certamen internacional de diseño e innovación que desde hace 70 años realiza el Chicago Athenaeum y el Centro Europeo de Arquitectura, Arte, Diseño y Estudios Urbanos.
«No digo que es la mejor cocina del mundo pero sí estamos entre las mejores de las que fueron presentadas al concurso», dijo a Télam Matías Ferreyra, diseñador y socio gerente de la empresa Luxor Gas, que obtuvo la distinción internacional.
El premio Good Design «es uno de los tres premios más importante al diseño a nivel mundial», se enorgulleció Ferreryra, de 33 años, al referirse al reconocimiento que recibió su modelo «Stove Folium».
El producto fue seleccionado entre tres mil de otras partes del mundo que participaron de la categoría «Cocinas y Aplicaciones» del certamen «Good Design Award» 2020.
Ferreyra contó que «las marcas más importantes participan cada año para obtener esta distinción, porque es sinónimo de calidad e innovación» y señaló que suelen presentarse «empresas como Google, Apple, Mercedes Benz, Ferrari».
Hace 11 años, tras recibirse de diseñador en un instituto de Rosario, Ferreyra se especializó «en el diseño de cocinas, porque cuando uno diseña de todo no se perfecciona en una cosa».
«Lancé la marca con productos propios, con una línea de alta gama porque en su momento no había en Argentina cocinas lindas: eran todas rústicas o muy viejas», explicó y recordó que «la línea blanca hacía todo lo que era blanco, acero o enlozado marrón y las industriales hacían la típica cocina de acero inoxidable sin nada de estética. Y venía lo importado, que arrasaba con todo, porque eran lindas».
Decidido a diseñar una «cocina linda» se embarcó en su propia empresa y presentó su diseño al concurso internacional, donde, remarcó: «Ganó y nos sorprendió, porque no había otra fábrica o producto argentino en el concurso».
La cocina ganadora tiene perillas en forma de corazón, palancas asistentes en lugar de botones, es totalmente espejada, el horno es curvo «como uno de barro» y el calor es lateral y envolvente, con un sistema de motores «que ayuda a la circulación del calor y saca mucho más pareja la cocción de abajo y de arriba, como los hornos franceses que son especialistas en panificación».
Ferreyra detalló también que su «empresa no es grande, tenemos 50 personas trabajando» con una filosofía que apunta «a la exclusividad. Nos manejamos con atención exclusiva, respetando la calidad, dándole los tiempos que corresponde a la producción y con locales propios».
Ese modelo de negocios le permitió a la marca rosarina abrir locales en Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Neuquén, además de Salta y Santa Fe que fueron cerrados durante la pandemia de coronavirus pero Ferreyra destacó que con la reactivación comercial de los últimos meses «estamos por abrirlos de vuelta».