Un adolescente de 18 años, quien estaba en silla de ruedas por fracturas en ambas piernas, fue ultimado de dos disparos en el tórax por una mujer de 32 años que llegó en su moto hasta las vías de Cerrito al 5000 y le reclamó que le pagara 100 pesos por un celular que le había vendido semanas atrás. Como el joven le dijo que la plata no la tenía, le disparó y luego se dio a la fuga. La sospechosa está identificada, pero al cierre de esta edición no había sido ubicada.
De acuerdo con la investigación, alrededor de las 17 de anteayer un vecino de barrio Belgrano se comunicó al 911 para alertar que en Cerrito y las vías del ferrocarril habían baleado a un joven. Los uniformados llegaron al lugar y se encontraron con la víctima, identificada como Juan Ramón García, de 18 años y conocido en la zona como Tuqui, quien agonizaba al costado de las vías producto de dos disparos en el tórax, indicaron los pesquisas.
Según fuentes policiales, el joven falleció dentro de una ambulancia del Sies que lo trasladaba hasta el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) como consecuencia de las lesiones que le provocaron los proyectiles al impactar, uno en el costado derecho del pecho y el restante cerca del omóplato izquierdo.
Los voceros del caso explicaron que de las declaraciones recolectadas en el lugar se determinó que la agresora era una mujer de 32 años, que vive en el barrio, la cual llegó al lugar a bordo de una motocicleta de 110 cilindradas color negra y abrió fuego contra el joven luego de recriminarle que le pague “los cien pesos que le debía” por la compra de un teléfono celular. A su vez, los pesquisas determinaron que el arma de fuego utilizada fue un revólver calibre 38.
Un vecino, de nombre Juan Carlos, estaba junto a Tuqui cuando fue ultimado. En diálogo con El Ciudadano reconstruyó lo sucedido anteayer alrededor de las 17 mientras ambos hablaban al costado de la vía de Cerrito al 5000.
“Estábamos al sol, contra la chapa (por la pared de una humilde vivienda que está a pocos metros de las vías del ferrocarril) y vino esta mina en una moto 110 a batirla. Le decía (a Tuqui) que le pague el celular, eran 100 pesos, se re persiguió y le dijo que lo iba a matar”, describió el muchacho, para agregar que su amigo le contestaba a la mujer que como estaba en silla de ruedas, porque se había quebrado ambas piernas, no le había podido acercar la plata.
“No sé por qué estaba quebrado. No hacía mucho que le debía la plata, pero como estaba rengo no le pudo pagar. La mina se re enojó. Tenía un revólver cromado, un 38, le dio y se cayó ahí nomás (por su amigo)”, explicó el joven mientras señalaba la zona donde Tuqui quedó tendido.
La agresora fue buscada en la tarde de ayer en varios lugares, pero hasta el cierre de esta edición no había sido detenida.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno con el personal de la comisaría 14ª, por razones de jurisdicción y la sección Homicidios de la UR II.