A un año del acuerdo con el FMI, un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) advierte que la deuda externa es “insustentable” y que el próximo gobierno recibirá “la pesada herencia” de 143.570 millones de dólares de compromisos de capital e intereses en divisas a pagar hasta 2023.
El informe divulgado este viernes indica que la economía nacional se encuentra “sumergida en una profunda depreflación”: una combinación entre inflación elevada y depresión de la actividad productiva. Para llegar a esa conclusión, comparan el incremento de precios superior al 57% anual con el derrumbe del producto, que fue del -5,8% en el primer trimestre de 2019 respecto al mismo período del año pasado.
A ese panorama, suman las tensiones cambiarias que registraron en mayo uno de los valores máximos de fuga de capitales: 2.568 millones de dólares. En los cinco primeros meses de 2019, salieron del país en total 9.532 millones dólares.
“La desastrosa trayectoria de la economía argentina en el marco del acuerdo con el FMI tiene, como una de sus explicaciones, los desatinos en el manejo de la política cambiaria”, indicaron desde el Ceso. “En un año, el fondo pasó de sostener desestabilzadoras políticas de libre flotación con su elevado costo de devaluación e inflación, a permitir el uso de sus fondos para financiar la fuga de capitales en el marco del año electoral, una política reñida con su propia carta constitutiva”.
El informe también remarca que los resultados del acuerdo con el FMI fueron violando gran parte de las metas prefijadas, dando lugar a sucesivos waivers que las fueron flexibilizando. Aún así, el organismo amplió los fondos otorgados a la actual administración, comprometiendo más del 61% de su cartera de crédito tradicional en la Argentina, el principal deudor del organismo.
A partir de esos datos, desde el Ceso advirtieron que el FMI es “muy flexible” con el gobierno de Mauricio Macri ya que e acuerdo inicial (aprobado el 20 de junio de 2018, por un monto de 50.000 millones de dólares que luego sería ampliado) era muy distinto al que hoy se encuentra vigente, algo que se observa “en las prioridades del acuerdo, el esquema de desembolsos y las metas de monitoreo cuantitativo”.
“Inicialmente –sostiene el estudio– el principal objetivo era usar el financiamiento como puente de liquidez que permitiera volver rápidamente a colocar deuda externa mientras se gestionaba el ajuste fiscal. Junto con ello se incluían objetivos sobre el control de la inflación, la acumulación de reservas, cortar el financiamiento del Banco Central al Tesoro y reducir el déficit primario. Menos los objetivos fiscales, el resto de objetivos de monitoreo cuantitativo no se cumplieron”.
Entre las metas incumplidas, se destacan la renuncia a las bandas de inflación y el hecho de poder intervenir libremente en el mercado cambiario. “Pese a los incumplimientos –agrega el informe–, el FMI decidió ampliar el monto del crédito en cerca de 6.000 millones y adelantar el plazo de entrega, concentrando el 90% de los desembolsos en la gestión Macri”.
De allí que el Ceso plantea que el próximo gobierno recibirá una “pesada herencia”, en referencia al endeudamiento externo comprometido por la gestión de Cambiemos: “El próximo gobierno tendrá una situación complicada en términos de necesidad de divisas. Considerando la información oficial sobre vencimientos de deuda en dólares, el próximo gobierno deberá enfrentar necesidades financieras por 33.419 millones de dólares en su primer año de gestión”, entre intereses por bonos, créditos de organismos internacionales y Letes (Letras del Tesoro Nacional).
Además, entre 2020 y 2023 la Argentina deberá enfrentar vencimientos de capital por 24.700 millones de dólares, correspondiente a Letes, bonos y acreencias de los organismos internacionales. “Sumado a ello, la economía real también será demandante de divisas. En este caso, el balance comercial y de servicios podría aportar 1.000 millones de dólares de superávit. Sin embargo, deberá hacerse frente a demandas de remisión de utilidades por 800 millones de dólares”. En total, según el estudio, la demanda bruta de divisas de deuda y de la economía real sería de casi 42.000 millones de dólares solo durante 2020.
“Por el otro lado, la oferta de divisas aportará financiamiento, aunque será muy menor ya que la mayor parte de los fondos del FMI serán entregados a la actual gestión, dejando a su sucesor, además, con los mercados de crédito voluntario cerrados. En el caso del FMI se registraran ingresos por 4.900 millones de dólares (contando el último desembolso de diciembre). La refinanciación de Letes podría alcanzar los 9.900 millones de dólares, que sumado a vencimientos intra-Estado y refinanciación de organismos internacionales se estima en 7.800 millones de dólares”.
“La oferta bruta de dólares de la economía argentina será de 22.600 millones En este escenario conservador, el saldo de dólares para financiar será deficitario por 19.220 millones de dólares, que deberán ser cubiertos con reservas, si no se encuentran fuentes alternativas de divisas o se incumplen vencimientos”, indicó Ceso.
“El panorama para los años siguiente es aún menos alentador. Entre los principales vencimientos, a partir de 2021 se revierte el ingreso de fondos del FMI y debe comenzar el repago de capital. En 2021 deben devolverse 3680 millones de dólares, en 2022 otros 14.016 millones y en 2023 unos 10.336 millones más”, concluye el informe.