El sindicato de Luz y Fuerza denunció que el empresario Sergio Taselli, principal accionista de la Usina Sorrento, quiere desguazar y llevarse dos generadores de 60 megavatios para “venderlos como chatarra”, según aseguran. Frente a esto, ayer se concentraron en la puerta de ese edificio para impedir que esto se lleve a cabo. Los trabajadores explicaron que poniéndolos “a punto” –hace tiempo están en desuso– se puede generar un “mayor volumen de energía eléctrica” que beneficiaría especialmente a las zonas norte y noroeste de la ciudad. Además agregaron que, si bien la cuestión es gremial, si la situación lo requiere harán una denuncia judicial para impedir que se lleve adelante esta acción.
El secretario general del gremio, Alberto Botto, recordó en declaraciones a este diario que “con una pequeña inversión” las máquinas podrían volver a funcionar en la gigantesca central de energía ubicada en Sorrento y José Hernández, frente al río Paraná. Las mismas se encuentran en la parte más antigua del edificio ya que hay otra que es más moderna y está operativa.
“También hay que destacar que los trabajadores tenemos un 10 por ciento de las acciones de la planta por lo que esta medida también afectaría nuestro patrimonio, le están metiendo la mano a los trabajadores. Esta es la política de la desindustrialización, quizá siguen con la idea de un proyecto inmobiliario”, añadió.
“Desde que ingresó Taselli en 1992 a la usina la dejó en virtual estado de abandono. Es un chatarrero. Hay otra parte de la central, la más nueva, que está en manos de otros inversores, que son empresarios responsables, y ahí las cosas funcionan bien y sin inconvenientes. El problema es está persona. Es por eso que ahora estamos en estado de alerta y movilización y llevando adelante un plan de lucha. No vamos a dejar que se lleve las máquinas, esto le tiene que quedar en claro”, siguió Botto tras manifestarse junto a una gran cantidad de trabajadores y delegados del sindicato.
El sindicalista contó que ayer aparecieron “unas personas con la intención de comenzar a desmantelarlas y les dijimos que se vayan”. “Hemos dejado una guardia permanente que va a custodiar que no se lleve adelante ninguna cuestión de estas características. Estamos analizando también llevar adelante algunas cuestiones gremiales para evitar este atropello porque no es solo un perjuicio para los trabajadores sino también para toda la ciudad de Rosario”, remarcó.
La Usina Sorrento tiene una potencia instalada de 130 megavatios y tuvo un errático funcionamiento en los últimos años. Salió de servicio en 2007, volvió a funcionar a fines de enero de 2008 pero al mes tuvo más problemas y se discontinuó la producción de energía.
Durante 2009 se sucedieron importantes conflictos entre los trabajadores de la planta y el grupo Tasselli, que tenía a su cargo la usina, por el incumplimiento en el pago de haberes y la fuerte desinversión en la usina que llegó a tal punto que ya no pudo funcionar.
A través de su subsidiaria Generación Rosario, el grupo Albanesi tomó a su cargo la reparación y actualización de la maquinaria existente, la instalación de nuevas turbinas y se encargó de la gestión de la planta de generación eléctrica.
En manos de capitales rosarinos, desde 2010
El Grupo Albanesi gestiona su participación en la Usina Sorrento a través de la subsidiaria Generación Rosario SA, constituida en noviembre de 2010 con el objetivo de la generación y venta de energía eléctrica.
Ese mismo año se firmó un contrato por el término de 10 años, con opción a siete adicionales, con la Sociedad Central Térmica Sorrento SA (del Grupo Taselli, dueño del 70 por ciento de la empresa) por el alquiler de la central y la totalidad de los activos en ella incluidos. El Sindicato de Luz y Fuerza es dueño el 20 por ciento de la central térmica, y los trabajadores de la planta del 10 por ciento restante.
Según describe la firma en su sitio web, la central cuenta con una turbina de vapor marca Ansaldo con capacidad nominal de generación de 130 Megavatios. La turbina puede operar en forma simultánea con gas y fuel-oil, el cual puede ser abastecido por barco desde su propio puerto e instalaciones de descarga.
Durante 2011 se realizó la primera etapa de reacondicionamiento de la central. Las tareas de reparación y mantenimiento realizadas en la caldera, sistema de enfriamiento, tanques de fuel oil y auxiliares, permitieron que en septiembre de ese año la planta comenzara a operar con una capacidad de generación de 80 Megavatios.
Durante 2012 y 2013 tuvieron lugar tareas de reacondicionamiento adicionales para aumentar la capacidad de generación a 130 Megavatios.
Inversión conjunta
En abril del año pasado, con la presencia del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se inauguró la tercera etapa de obras con el objetivo de alcanzar el máximo nivel de generación de 130 Megavatios. Se invirtieron entonces 250 millones de pesos que fueron aportados por Albanesi y el Estado nacional.
El Grupo Albanesi fue fundado en 1929 en Rosario por Rafael Albanesi, quien inició su actividad comercial en Buenos Aires en 1912, originalmente como una compañía dedicada a la comercialización de productos para la industria sanitaria.
Históricamente se dedicó a la ejecución de obras de infraestructura de redes de agua, gas natural y el tendido de gasoductos troncales. En 2004 comenzó a incursionar en el mercado eléctrico con la adquisición de centrales de generación térmica. Hoy cuenta con ocho subsidiarias en todo el país dedicadas a esta actividad: en Tucumán, La Rioja, Río Negro, Buenos Aires, Córdoba y otras dos en Santiago del Estero, además de Generación Rosario.