Por: Silvina Tamous
El recambio en la cartera de Seguridad se había manejado con cierto hermetismo. Y todo hacía pensar que las políticas elaboradas por el gobierno no se modificaban, sólo cambiaban los nombres de aquellos que dirigían el ministerio. Nada más. Qué fue lo que pasó en el medio, nadie lo sabe. Pero si bien algunos funcionarios cercanos a Hermes Binner manejaban el nombre de Álvaro Gaviola –abogado santafesino y hasta ahora titular de Registro Civil y cercano al ministro Antonio Bonfatti– la mayoría de los integrantes de la cartera de Seguridad se desayunaron con la sorpresa de que el policía retirado José Luis Giacometti, también abogado, asumiría como segundo de Gaviola en lugar de Carlos Iparraguirre. La noticia corrió como un reguero de pólvora que no tardó en estallar en el seno del gabinete y también comenzó a detonar en los pasillos de la Legislatura. A la mañana, Bonfatti ya había anunciado los nombres de los integrantes de la cartera, pero por la tarde desde el gobierno explicaron que fue sólo una de las propuestas que estaban en estudio.
Pasado el mediodía, según contaron fuentes del ministerio, los integrantes del gabinete de Cuenca hacían cola para irse. Nadie los había consultado, por lo que pidieron una reunión con los que ellos consideraban, según aseguraron distintas fuentes a este diario, los ideólogos del ingreso de Giacometti al Ministerio: Bonfatti y Héctor Superti. La reunión se hizo a las dos de la tarde y los principales secretarios de la cartera de Seguridad le manifestaron su preocupación a Binner. Y fue una vez más el gobernador quién tomó la decisión. Giacometti no asumía, los funcionarios seguían en sus puestos y el socialismo seguía gozando de buena salud. Hasta el próximo cambio.
Gaviola no proviene estrictamente de ámbitos oficiales ligados a la seguridad. “Pero es una persona honestísima, muy eficiente, ha hecho un trabajo excelente en el Registro”, contó ayer uno de los funcionarios de la cartera de Seguridad, que ya había respirado luego de enterarse de que Giacometti no asumía.
Es que es difícil imaginar que un civil con el perfil de Gaviola, a quienes todos califican de eficiente, operativo, pero alejado de los problemas de los hombres de azul y también de los de gris, es decir los penitenciarios, podría llegar a manejar la cartera teniendo como segundo a un comisario que rápidamente iba a ganar espacio por el sólo hecho de conocer ampliamente cómo funciona la compleja Policía. De todos modos, todo hace pensar que el hombre fuerte de Binner, Antonio Bonfatti, será quien manejará desde un poco más lejos a la propia Policía.
Lo cierto es que ayer, durante la asunción de Gaviola, Giacometti quedó relegado a un costado. Este hombre que se fue sin mayores problemas de la Policía, venía trabajando desde hace tiempo junto al socialismo. Su nombre viene sonando desde hace bastante tiempo para ocupar el lugar de jefe de Policía de la provincia. “Cuando asumió Binner, se hablaba de que lo sacaban a (Daniel) Cáceres y entraba Giacometti. Después, cuando se fue Cáceres lo mismo. Pero al final no sé por qué nunca lo nombraron”, aseveró un allegado al comisario, cuya fallida designación hoy promete polémica. Es que el posible aluvión de renuncias tras la designación de un comisario que echaría por tierra absolutamente todo el proyecto de Cuenca, algunos ya se habían puesto el traje. Y el problema es que el malestar pueda repercutir en las dos fuerzas de seguridad que ya se manifestaron frente a la Casa Gris en los últimos meses pidiendo cambios. Es difícil que lo hagan de motus propio, así como resulta difícil saber qué hay detrás de tanta confusión. Quién agitó dos manifestaciones en la puerta de la Casa Gris que pedían a los gritos un cambio de manos, para quienes la enfermedad de Daniel Cuenca venía como anillo al dedo.
Continuidad
La asunción de Gaviola es un tema a destacar. Asistieron todos los ministros y los subsecretarios del área de seguridad, mostrando unidad. La tormenta había pasado. Al abrir el acto, Binner destacó el hecho de que “una persona como Gaviola, que viene trabajando con el equipo, sea quien reemplaza en el cargo al ministro saliente”. Esto, aseguró, “representa una continuidad muy importante para consolidar las propuestas que se llevan adelante en la provincia”.
Gaviola evitó hablar sobre el sucesor de Iparraguirre, o sobre los incidentes con Giacometti: “Lo primero que voy a hacer es tomar contacto con todos los miembros de mi gabinete”, dijo el ministro. “Vamos a conversar sobre los temas que están desarrollando cada uno en su área en particular y luego tendremos tiempo para resolver sobre la continuidad y demás detalles”, afirmó.
“Con Cuenca hemos hablado mucho y vamos a seguir charlando, ya que él va seguir traspasándome todos sus conocimientos; son dos años de gestión muy valiosos que no vamos a desperdiciar”, aseguró Gaviola, ratificando la continuidad de las políticas desarrolladas en el área Seguridad.
“Es una gran responsabilidad asumir como ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe. Estamos convencidos de la gran problemática que significa para la sociedad el tema, que vamos a encarar y resolver trabajando mancomunadamente, juntos, todos los ministros”, señaló Álvaro Gaviola durante el acto.
“La continuidad del equipo de trabajo es un hecho fundamental y estoy convencido de que en esta línea vamos a conseguir más resultados de los que ya hemos tenido”, concluyó Gaviola.
No faltó el agradecimiento a un ovacionado Daniel Cuenca, quien dejó el cargo por motivos de salud, “por haber desempeñado durante dos años el cargo de ministro de Seguridad. Indudablemente su dedicación en la construcción de este equipo fue fundamental para abordar la creación de este nuevo ministerio, que es una respuesta de este gobierno a una demanda de la sociedad”, puntualizó Binner.