Investigadores de Conicet y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) estudiaron la producción de semillas que toleran intensas sequías y salinidad que serán desarrolladas por una empresa santafesina y otra de China.
La firma Bioceres y Dabeinong Technology Group firmaron hoy, en Beijing, el primer acuerdo agrobiotecnológico para desarrollar semillas de soja y maíz que combinan los genes de aumento de rendimiento y tolerancia a la sequía y la salinidad, descubiertos por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) Santa Fe y de la Universidad nacional del Litoral (UNL), con tecnologías chinas de resistencia a insectos y herbicidas.
El gen argentino, HAHB–4, fue desarrollado por un grupo de científicos encabezado por la doctora Raquel Chan –hoy directora del Conicet Santa Fe– asociado a la UNL y a la empresa Bioceres a través del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral.
El desarrollo consiste en el aislamiento y la caracterización de un gen de girasol cuya función está relacionada con la respuesta natural de la planta a las condiciones de estrés como la sequía y la salinidad.
Una vez identificado el gen HAHB–4 y su familia de desarrollos, el Conicet y la UNL se asociaron con la empresa Bioceres para generar una patente y posterior comercialización del descubrimiento.