El desalojo de los últimos restos de las protestas madrileñas del 15-M en la Puerta del Sol de Madrid reavivó ayer las movilizaciones de los indignados en la capital española. Es que la delegación del gobierno en Madrid tomó una decisión drástica: bloquear todos los accesos a la emblemática plaza y blindarla con un fuerte dispositivo de seguridad e incluso cerrar la estación del subte. Entonces, los manifestantes decidieron marchar hacia el Congreso. A la vez, fue una jornada complicada para la economía: el riesgo país llegó a tocar el récord de 400 puntos mientras que las calificadoras amenazaron con bajar la calificación de la deuda española. El jefe de gobierno José Luis Zapatero tuvo que demorar el inicio de sus vacaciones ante el rebrote de la crisis.
Ante el bloqueo de las fuerzas de seguridad ala Puertadel Sol durante la mañana, cientos de manifestantes se desplazaron primero hasta la cercana plaza de Callao y alrededor de un millar de personas cortaronla Gran Víaa la altura del número 32, y se dirigieron hacia Cibeles, según publicaba, ayer por la tarde, el diario El País.
El resto de manifestantes se reunieron en el Paseo del Prado y ocuparon las inmediaciones del Congreso. Luego los indignados intentaron recuperar la plaza pero un gran despliegue policial se los impidió.
La operación de blindaje de los espacios públicos a los manifestantes la desarrollaron unos 200 agentes antidisturbios con apoyo de más de un centenar de agentes dela Policía Municipal.Comenzó en forma simultánea en Sol y en el Prado con un despliegue que procedió a desalojar a los que dormían y a quitar las tiendas y las lonas.
Según fuentes policiales, fueron identificadas unas 60 personas en total, la mitad enla Puertadel Sol. De ellos, según las mismas fuentes, 20 “son indigentes de la zona ya conocidos” por los agentes y, el resto, indignados.
Los militantes del 15-M no tienen dudas de que el desalojo de los acampados Sol y Prado, y del punto informativo del movimiento (InfoSol) se debió a la próxima visita del Papa a Madrid porla Jornada Mundialdela Juventud, que se celebrará en la capital entre el 16 y el 21 agosto.
Los indignados creen que la decisión conjunta del ministro de Interior, Antonio Camacho, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, lejos de debilitar el movimiento, lo fortalece, y tienen claro que instalarán de nuevo su punto de información.
“Han destruido el punto de información, tiendas y todo. Han puesto todo en la basura” después de que “habíamos decidido dejar sólo el punto de información” enla Puertadel Sol, explicó Juan Plaza, de 39 años, miembro del movimiento desde sus comienzos. El movimiento, nacido en las redes sociales y sin líderes, reunió a 200.000 manifestantes el 12 de junio pasado.
