Alfredo y Jorgelina viven en barrio Tablada y no tienen empleo fijo, sin embargo desde el inicio de la cuarentena decidieron poner en marcha un comedor para vecinas y vecinos al sur de la ciudad: Corazón de Tablada.
Alfredo cuenta a El Ciudadano que con su familia asisten a la Iglesia Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y para ellos el mayor aprendizaje es «servir a otras personas, al semejante». Además de la pareja, se suman dos tíos de Alfredo que trabajan en el sector gastronómico y su suegra. Todos colaboran para que los días martes y jueves puedan servir un plato de comida a un promedio de 180 personas, la mayoría entre 50 y 70 años. A su vez los miércoles y sábados sirven la merienda, sobre todo, a niñas y niños y personas mayores. Esos días asisten 140 personas en promedio.
«Hacemos todo a pulmón. En el barrio hay varios comedores y muchos están por cerrar porque la situación es muy complicada y faltan insumos. En el comedor Corazón de Tablada hace falta pollo, carne, también ollas, coladores y cualquier elemento para la cocina. También necesitamos chapas o tirantes para poder estar bajo un techo. La merienda la hacemos adentro, en nuestra cocina, y cuando llueve cocinamos a leña porque es mucho el gas que se gasta. Son casi dos garrafas y media por mes que estamos consumiendo», especifica Alfredo
Una de las dificultades es que no hay una regularidad en la frecuencia de las donaciones. Durante este tiempo recibieron ayuda de la concejala Daniela León y una agrupación local.
Por último, Alfredo cuenta que asisten también muchas madres solteras a cargo de familias numerosas. El número de asistentes crece y ve con preocupación la posibilidad de que Rosario retroceda de fase en el marco de la emergencia sanitaria por coronavirus, ya que muchas familias del barrio dependen del trabajo que realizan día a día.
El comedor queda ubicado en 24 de Septiembre 175 (entre Colón y Necochea). Para realizar donaciones comunicarse al 3415938026.
