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Una historia increíble

Por Santiago Baraldi.- Los Bomberos Voluntarios de la ciudad de San Lorenzo incoporaron hace un mes un autobomba cargada de historia. El vehículo estuvo el 11-S en Nueva York, en diciembre de 2001 en Plaza de Mayo y en 2004 en República de Cromañón. Sancho es el nombre que le pusieron a la máquina que adquirieron a la comuna de Alcorta.

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Los Bomberos Voluntarios de la ciudad de San Lorenzo incorporaron hace un mes una autobomba cargada de historia. Se trata de un vehículo hidrante Americano CF 600 Mack, modelo 1986, con 3 mil litros de capacidad de agua. El imponente camión con nueve bocas de salida, fue utilizado por el cuerpo de bomberos de Huntington Minor, Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, cuando fue el ataque a los Torres Gemelas. Llegó en diciembre de ese mismo año a nuestro país y se utilizó en los desbordes sociales del 19 y 20 que derivaron en la caída de Fernando de la Rúa; luego, brindando servicio para el cuerpo de voluntarios de San Telmo. En diciembre de 2004, fue el segundo carro de bomberos que llegó a la disco Cromañon. “Es un vehículo con una carga energética muy fuerte, participó de dos hechos donde hubo una gran cantidad de muertos. Por las dudas, el día de la presentación oficial, el padre Ángel Gaite la bendijo”, señaló Gerardo Rojas, chofer a cargo del vehículo al que bautizaron Sancho.

En Long Island era el móvil 2-2-4. “El comentario es que hubo una autobomba gemela a esta que quedó sepultada cuando cayó la torre norte el 11-S; ésta luego llegó al país en mal estado y tuvo que ser carrozada a nueva en 2005. Aquí se le hicieron las cajoneras en aluminio, se restauró la cabina, se la pintó y se arregló la chapería; el motor no se le tocó y la bomba quedó a nueva”, agregó Rojas al momento de describir las bondades del camión, que cuenta con caja manual de cinco velocidades, equipada con una bomba de alta y baja, nueve salidas de agua, el hidrante con equipo de espuma y además equipada para poder recibir agua de otra cuba.

El cuerpo de bomberos lo conforman 26 voluntarios que en este primer mes aún no han visto el fantasma del bombero negro que afirman haber “visto y fotografiado los muchachos de San Telmo y Alcorta”. “Uno no sabe qué pensar. Lo cierto es que a veces se escuchan ruidos en la autobomba, incluso cuando está apagada: oímos sonidos metálicos y también como una especie de estornudo”, aseguró Juan José Juárez, integrante del cuerpo sanlorencino y apuntó: “El bombero muerto tiene como objetivo cuidar la autobomba que quedó en pie, hermana de la malograda en Nueva York, y evitar que corra la misma suerte que la otra. No sabemos si está realmente, pero lo que sí es seguro es que el Negro (como llaman al fantasma) nos está cuidando bien. Los muchachos del Cuerpo de San Telmo nos comentaron que veían la sombra del bombero negro apostado en el móvil cuando nadie estaba.”

Rojas sostuvo que el vehículo llegó al país en diciembre de 2001 y “tuvo su bautismo de fuego cuando renunció De la Rúa apoyando a la Policía Federal apagando fuego en Plaza de Mayo, en ese momento a cargo del personal de Puerto Madero. Luego fue a San Telmo y fue la segunda en llegar a la disco República de Cromañon en diciembre de 2004. Después la compró la comuna de Alcorta y la tuvo un par de años. Allí participó de un solo incendio, allá tienen quema de pastizales de campos y no mucho más; este vehículo no es para eso por que tiene un centro de gravedad bajo, para poder circular a alta velocidad por las calles de una ciudad y conseguir respuesta rápida”, continúo el chofer.

En este primer mes de uso, Sancho salió varias veces a sofocar pequeños casos en San Lorenzo, haciendo su primera salida de emergencia asistiendo a la planta de Puerto General San Martín Cereales y apagó las llamas en una secadora de la cooperativa que conduce Herme Juárez.

La nueva adquisición se obtuvo con el aporte de la empresa Bunge por un monto de 30 mil pesos, el municipio sumó otros 30 mil pesos, un primer subsidio provincial de 30 mil pesos y el aporte de la sociedad a través de la rifa por un monto de 60 mil pesos que fueron pagados al cuartel de Bomberos Voluntarios de Alcorta.

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