Fernando Andrés Caminos, de 27 años y conocido como Andy, tiene algunas cuentas pendientes con la ley. Es primo de Alexis –hijo del asesinado ex líder del paravalanchas leproso Roberto «Pimpi» Caminos, y este viernes se le sumó una nueva imputación. Para el fiscal Luis Schiappa Pietra es una de las personas que llegó hasta la casa de Brisa Ojeda con el fin de evitar su presencia en una rueda de reconocimiento al que iba a ser sometido Rubén Ariel «Tubi» Segovia, por ese entonces un aliado de los Caminos. Tubi estaba preso por el crimen de la pareja de Brisa, pero los tiratiros se confundieron y le dispararon a su hermana. La chica de 16 años agonizó poco más de un mes. Por el hecho además de Segovia imputaron a Cristian «Negro» González, ligado a la banda de Los Monos e involucrado en la causa por asociación ilícita que tiene al clan Cantero tras las rejas. También a un abogado que defendía a Segovia en su momento. La Fiscalía le achacó ahora a Andy una participación secundaria en el crimen de Lorena Ojeda. Dos escuchas telefónicas fueron fundamentales para imputarlo. Su defensa no se opuso a la prisión preventiva que le dictó el juez Carlos Leiva.
El 23 de junio de 2016 asesinaron a Jonatan Rosales frente a su mujer Brisa y su bebé. Iban en moto y al llegar a Padre Giaccone al 1400, en el barrio San Martín A de la zona sur, un auto se le puso a la par. Los balearon, Rosales murió y Brisa recibió un tiro en la pierna, aunque pudo ver a los agresores. Por el hecho detuvieron en octubre a Tubi Segovia cuando éste fue llevado herido al Heca y se pautó una rueda de reconocimiento en la que iba a participar Brisa.
Según relató su padre, la chica estaba amenazada y la noche previa a la medida judicial, el 16 de diciembre de 2016, dos autos y una moto llegaron hasta Vera Mujica al 2900. El padre contó que estaba a la vuelta de su casa con un vecino, vio llegar al grupo y escuchó los tiros. Cuando corrió hasta su vivienda se encontró con su hija malherida.
De acuerdo con la Fiscalía llegaron cinco personas, se bajaron, hablaron entre ellas y señalaron la casa de los Ojeda. Uno de ellos gritó el nombre de Brisa pero se asomó su hermana Lorena y le dispararon en seis oportunidades. Los balazos le provocaron una lesión torácica-abdominal que la mantuvo hospitalizada durante 36 días, pero no pudo superar las heridas y falleció.
Brisa se presentó en la rueda de reconocimiento e identificó por el caso Rosales a Tubi, quien fue imputado, en febrero de 2017, también como instigador del crimen de su hermana. Segovia sería asesinado a traición en abril de 2018. Estaba en un buzón en la cárcel de Coronda, presentó un habeas corpus y se fue a un pabellón con internos de su mismo grupo. Lo mataron de 36 puñaladas en su celda; por el hecho hay cuatro hombres acusados.
Lorena
Por el crimen de Lorena también fue imputado un abogado. Los investigadores tenían intervenido el teléfono de Tubi por otras causas y en esas escuchas quedaron registradas conversaciones donde Tubi le pide a su defensor Marcos Cella que retrase la rueda de reconocimiento. Schiappa Pietra lo imputó por una participación secundaria en el crimen y aún sigue vinculado con el proceso.
En junio de este año cayó otro de los sospechosos. Se trata de Cristian González, alias el Negro Mario. Este hombre vinculado con Los Monos fue imputado además como miembro de la asociación ilícita que se investigó desde 2013. Para Schiappa Pietra es la persona que le gritó a Brisa para que saliera. Lo imputó de una participación necesaria en el crimen. Según el fiscal antes y después del hecho González habló con Tubi. En una conversación detalla quiénes fueron los atacantes, explicó Schiappa Pietra: “Cable, yo, mi cuñado, Andy y el amigo”.
La acusación
Este viernes fue el turno de Andy. El fiscal le imputó una participación secundaria en el homicidio calificado de Lorena. Dijo que fue al lugar pero no pudo acreditar cuál es la actividad que específicamente desarrolló, si disparó o no. Schiappa Pietra hizo hincapié en dos escuchas telefónicas que a su entender lo vinculan.
Según relató, en la primera González le dice a Tubi que ya fueron y le pasa con Andy. Le cuenta y le dice que era ella. El interlocutor le agradece y muestra su satisfacción. En una segunda conversación le dio más detalles. Preguntaron por ella, y alguien le dijo te llaman. “Y cuando salió chau”, surge de la charla. El fiscal pidió la prisión preventiva sin plazo para Caminos y la defensora Romina Bedetti no se opuso. El juez Leiva aceptó la imputación provisoria que implica una pena que va de 10 a 15 años y dictó la medida cautelar por el plazo de ley.
Otras imputaciones
Andy ya estaba detenido por otros hechos desde enero de 2017. Lo buscaban por el crimen de Carlos Leonel “Tío Pelo” Juárez, ocurrido el 25 de diciembre de 2016 en Grandoli y Andrade. Dos hombres le dispararon desde una moto, la víctima recibió dos balazos en la cabeza. Una escucha telefónica vinculó a Andy con el hecho.
Pero la caída de Andy también generó una causa penal, aunque esta vez fue víctima. El 23 de enero de 2017 personal del Comando Radioeléctrico ubicó a Caminos en Lamadrid al 100, en pleno barrio Municipal. Se lo llevaron hasta una arenera en Belgrano al 5800. Lo mantuvieron retenido en el lugar mientras desde su celular le pedían 400 mil pesos a su familia para no llevarlo preso. Una media hora más tarde lo llevaron a la División Judiciales, explicó la Fiscalía.
Cuatro meses después la Fiscalía imputó por el hecho a seis policías y uno de ellos aceptó a fines de octubre una condena, a través de un procedimiento abreviado: dos años y medio de prisión condicional por tentativa de extorsión y falsificación de documento público.
Caminos además enfrenta otro proceso, esta vez por tentativa de homicidio. En febrero de 2017 lo imputaron por intentar matar a Juan Saturnino S. en noviembre de 2016. El pibe llegó hasta el monoblock de Lamadrid 98 bis, en barrio Municipal, a comprar marihuana. Su contacto lo hizo subir a uno de los departamentos y en el interior había seis muchachos armados. Lo acusaron de pertenecer al clan rival de los Caminos, los Funes, y le pegaron un tiro en la cara. Juan se desvaneció y los agresores se fueron pensando que lo habían matado. Cuando la víctima reaccionó logró escapar herida del lugar.