Una joven que denunció a su padre por maltratos hoy vive un calvario. Guillermina, de 21 años, decidió irse de su casa junto a su hermana menor el 9 de julio, luego de que su papá, con quien vivía en una casa del barrio La Florida, la tomó del cuello y la amenazó de muerte.
Hoy, Guillermina, de 21 años, y Juliana, de 16, viven con su media hermana Leila, pero afirmó que de no recibir esta ayuda hoy se encontraría en situación de calle y casi sin dinero.
En diálogo con El Ciudadano la joven estudiante de psicología contó su historia y el miedo con el que vive, ya que su padre violó tres veces la prohibición de acercamiento a ella y su hermana.
“Una vez fue a la escuela de Juliana, después vino a la casa donde vivimos ahora y se robó el perro y la última vez nos encontró en la calle, siempre que me ve me amenaza”, confesó.
Sobre el hombre, quien trabaja en la EPE, recaen cuatro denuncias. La primera por amenazas y lesiones, otras dos por violar la prohibición de acercamiento, y la tercera por robo y amenazas. Además, Guillermina contó que dejó una deuda de 2 mil pesos en el colegio donde estudia Juliana.
La joven, quien actualmente está realizando los trámites para tener la guarda de su hermana, le reclama a su padre que se haga cargo de la cuota alimentaria de Juliana y que le de la pensión de su madre, quien falleció en 2009. “Sólo queremos alimento, porque estamos viviendo con lo que nos da mi media hermana, para colmo con todo esto me vi obligada a suspender mis estudios”, señaló la joven.
Los problemas entre Guillermina y su padre son de vieja data. Según la joven, su progenitor la trata mal desde que tiene uso de la razón. La estudiante lo describió como “un tipo violento con problemas psiquiátricos y de adicciones, que lo único que quiere es hacer miserable la vida de sus hijas”.
Con la muerte de su madre, los malos tratos aumentaron y el detonante fue e 9 de julio de este año, cuando intentó ahorcarla y la amenazó de muerte por no querer retirarse del hogar.
“Él siempre nos echaba de la casa y cerraba con llave para hacer fiestas. Como pagaba el alquiler, justificaba todo diciendo que era su casa”, explicó Guillermina. Y continuó: “Un día quería quedarse solo y yo no quise irme de la casa, se puso muy violento y me agarró del cuello hasta dejarme sin aire”, manifestó afirmando que su padre “en ese momento estaba alcoholizado y drogado”.
Entre amenazas de muerte, Guillermina hizo la denuncia en la Comisaría 10ª, junto a su madrina y su media hermana, con quien vive ahora, luego de pasar un tiempo con un tío.
“No podemos salir tranquilas, no hay forma de no tener miedo, sabiendo que debemos ser precavidas en todos los movimientos porque nos puede hacer daño. Él se quiere llevar a mi hermana, la quiere tener con él, porque dice que yo no le importo que dejé de ser su hija”, manifestó con un tono desgarrador.
Para cerrar, Guillermina hizo un pedido que la ayude a rehacer su vida: “Quiero tener un trabajo y poder hacerme cargo de mi hermana, poder conseguir un lugar donde vivir y terminar mis estudios, formarme en lo que quiero ser y el día de mañana poder decir que estamos a salvo las dos”.