La centenaria mujer no posee movilidad en los miembros inferiores y solicitó además a la Justicia Federal que se ordene la cobertura de los medicamentos y pañales que requiere, junto con la provisión inmediata de una silla de ruedas.
Actualmente esas prestaciones están siendo cubiertas en los casos de internación geriátrica y silla de ruedas por su único hijo superviviente. Parcialmente cubre el copago exigido por los medicamentos y el excedente en los pañales que Pami reconoce mensualmente.
En la acción de amparo patrocinada por el abogado Osvaldo Burgos, según publicó el periodista Alberto Furfari en el sitio Versión Rosario, afirmó la mujer que injustamente su supervivencia es una evidente carga para su hijo y ello transcurriendo el final de mi existencia. En la demanda considera la mujer que el grave comportamiento del Pami avasalla con manifiesto desinterés y desprecio sus derechos fundamentales, condicionando negativamente a cada momento en que esta situación se mantiene, su salud física y mental en una clara dinámica de daño continuado, que debe detenerse de manera urgente.
El 19 de abril de abril de este año inició por intermedio y con la asistencia de su hijo el trámite administrativo exigible para las prestaciones. A la espera de la respuesta de Pami se internó en un geriátrico donde su hijo y su núcleo familiar tuvieron que pagar $600.000 mensuales.
Destacó la mujer que “a mis 100 años de edad, lo que se reclama no puede seguir esperando. No tengo más tiempo para aguardar que el Pami (que claramente especula con el ahorro económico que significaría mi deceso, dilatando la resolución del trámite y se pronuncie reconociendo lo obvio”.
