El directorio del Partido Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb), principal fuerza aliada del gobierno de Dilma Rousseff, decidió ayer por aclamación “la inmediata salida del Ejecutivo con entrega inmediata de cargos”, según proclamó el senador Romero Jucá, quien presidió la reunión de menos de tres minutos en Brasilia. Pero, a su vez, no renunciará a su cargo el líder de esa fuerza, el vicepresidente Michel Temer, quien asumiría la presidencia si avanza el juicio político (“impeachment”) a la mandataria en las próximas semanas.
“¡Brasil presente, Temer presidente!”, gritaron, según un cable de la agencia de noticias AFP, los dirigentes leales al hombre que ahora espera la caída en desgracia de la que fue su compañera de fórmula. Es que la expectativa de este sector está puesta en la destitución de la mandataria acusada de presuntas irregularidades contables.
Con el impeachment, sería automática la llegada a la presidencia de Temer, quien completaría así una fina jugada de “golpe de estado institucional” como denuncian desde el PT.
“A partir de hoy, en esta reunión histórica (…) el Pmdb se retira de la base (aliada) del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y nadie en el país está autorizado a ejercer ningún cargo federal en nombre del Pmdb”, expresó ayer el senador Jucá, quien presidió el encuentro ante la ausencia de Temer, de viaje en Portugal.
El Pmdb es la más importante fuerza política brasileña, cuenta con el mayor número de afiliados y posee las mayores bancadas de diputados y senadores. Además, ocupa las presidencias de ambas cámaras con Eduardo Cunha al frente de Diputados y Renan Calheiros al frente del Senado.
Hasta el lunes pasado, el partido tenía siete ministerios bajo su comando. Pero en una anticipación de lo que sería la resolución tomada ayer, el titular de Turismo, Henrique Eduardo Alves, entregó el cargo el mismo lunes.
La oposición se mostró dispuesta a dar un apoyo “político” a un eventual gobierno de transición al mando de Temer, un abogado constitucionalista de 75 años.
“El gobierno de Dilma terminó. La salida del Pmdb cierra la tapa del ataúd de un gobierno moribundo”, afirmó por su parte, el líder de la oposición, el socialdemócrata Aecio Neves, derrotado en las elecciones de 2014 por Rousseff por estrecho margen.
El Pmdb tiene la mayor bancada en el Congreso, con 69 diputados y 18 senadores, clave para Rousseff en el proceso de destitución.
Tanto Rousseff como su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva denuncian el impeachment como una tentativa de “golpe de estado” institucional, sin bases jurídicas.
El PT convocó a marchas de apoyo a la presidenta para mañana en todo Brasil.
El “impeachment” avanza
El “impeachment” brasileño avanza rápidamente y podría concluir hacia mediados de abril si la Cámara lo aprueba por una mayoría de dos tercios (342 de 513 diputados) y luego el Senado por más de la mitad de sus 82 escaños. En ese caso, la presidenta Dilma Rousseff sería apartada de su cargo por un período máximo de 180 días, hasta que la Cámara alta dé su veredicto final, por una mayoría de dos tercios.
El vice Michel Temer, que últimamente mantuvo reuniones con el opositor Aecio Neves, asumiría el poder hasta 2018 con un programa económico liberal, que contempla recortes del gasto público y la revisión de programas sociales y jubilaciones
El gobierno teme que la partida del Pmdb arrastre a otros aliados menores. “Habrá un efecto manada, el proceso es irreversible. El tamaño de la bancada del Pmdb hace que cuando vota en conjunto casi siempre define el resultado”, dijo a la agencia de noticias AFP el senador de la fuerza, Cassio Cunha Lima.
“En menos de tres meses tendremos un nuevo gobierno. En dos meses”, se entusiasmó el diputado correligionario Osmar Terra.