Lo soñaron Las Pioneras, las primeras mujeres que jugaron al fútbol de manera competitiva en Argentina entre 1950 y 1990. Aquellas que viajaron al Mundial de México en 1971 sin nada más que ganas de jugar al fútbol con la camiseta de Argentina, porque no contaban con apoyo. Lo soñó cada jugadora que pasó por la selección argentina y que tuvo que dormir en colectivos, entrenar con ropa propia y bancar los viajes con plata de su bolsillo, porque los viáticos de la AFA no alcanzaban. Lo soñó Macarena Sánchez antes de que la UAI Urquiza la desvinculara del club y la dejara sin jugar, lo soñó también después de ser despedida. Lo soñó y lo visibilizó. Lo hizo masivo, recorrió distintos puntos del país para dar a conocer las condiciones en que las mujeres jugaban a la pelota, una evidente desigualdad de género. También lo soñaron jugadoras que eligieron el silencio o la voz baja por miedo a perder su lugar en los clubes. Lo soñaron, y aún lo sueñan, aquellas que no pueden irse a Buenos Aires a jugar. Las que juegan en Ligas que, por ahora, seguirán siendo amateurs.
“La única lucha que se pierde es la que se abandona”. La frase del Che Guevara es un claro reflejo de lo que sucedió este sábado. Porque ese sueño, esa lucha, se hizo realidad.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) firmaron un acuerdo para comenzar a profesionalizar el fútbol femenino en el país. Un primer paso que por el momento alcanza ocho contratos en cada uno de los 16 clubes que componen la Liga de Primera División del Torneo Nacional.
Claudio “Chiqui” Tapia ya lo había adelantado hace una semana en el marco de la visita del trofeo de la Copa del Mundo de Francia 2019. Pero ayer, en un acto en Ezeiza junto a Sergio Marchi, secretario general de FAA, ese anuncio tan esperado se hizo oficial.
Macarena Sánchez: “Estamos luchando contra un sistema, contra el status quo”
Boca, River, San Lorenzo, Racing, Independiente, Huracán, UAI Urquiza, UBA, Lanús, Platense, Villa San Carlos, Estudiantes de La Plata, Excursionistas, El Porvenir, Deportivo Morón y Atlanta son los equipos que serán beneficiados en este primer paso hacia la profesionalización.
La AFA destinará una ayuda de 120 mil pesos mensuales a cada uno de esos clubes durante un año, para que cada institución pueda cumplir con el pago de los salarios de las jugadoras profesionalizadas. El sueldo básico será equivalente al contrato que percibe un jugador varón de la Primera C: entre los 13 y los 15 mil pesos.
«Queremos ser la gestión que consiga la igualdad de género en el fútbol»
Además, estarán amparadas bajo el mismo convenio colectivo de trabajo que tienen los jugadores de primera.
Con este acuerdo, los 16 clubes de Primera de deberán tener al menos 8 jugadoras profesionales en sus planteles y esas futbolistas deberán estar obligatoriamente dentro de la lista de buena fe. Dichos contratos deberán formalizarse en un plazo de 60 días que es improrrogable. Y las jugadoras que no los obtengan en ese plazo podrán pedir, vía Futbolistas Agremiados, la libertad de acción. Los vínculos entre los clubes y las jugadoras tienen que ser de al menos un año y máximo de cinco. Además, esos contratos tienen la vigencia que estipula el plazo acordado independientemente de si el equipo desciende de categoría.
Más que salarios
Además de anunciar el inicio del camino hacia la profesionalización, “Chiqui” Tapia se comprometió también a la construcción de un centro de alto rendimiento en la Ciudad de Buenos Aires para el desarrollo de la actividad femenina.
Otro anuncio importante fue los clubes que no cuenten con canchas para poder jugar a nivel profesional, podrán utilizar para sus partidos la moderna cancha sintética que tiene AFA en el predio de Ezeiza y que es en la que entrena habitualmente la Selección.
Además anunció la intención de crear una Copa Federal, con formato similar a la Copa Argentina, que se llamará “Fútbol en Evolución” en la cual todas las futbolistas federadas de Buenos Aires y del resto del país van a tener la posibilidad de poder participar.
