Siguiendo el protocolo, Castelucci alertó a la policía, a los bomberos y a la Dirección de Guardaparques municipal, quienes procedieron a organizar el operativo. Entre el lugar en el que quedó confinado el puma y la puerta que ahora mantenía cerrada la mujer, había menos de medio metro de distancia.
Estiman que el puma, que retozaba cómodamente en el patio, pesaba unos 80 kilos.
El Diario Necochea informó que cerca de las 14 arribaron a la casa de Suárez la Policía Ecológica y personal de Guardaparques de Necochea, al comando de su director, Julián Zugazúa. Ellos diseñaron un plan de rescate seguro.
Dos horas más tarde, se unieron un móvil de la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas, junto a miembros de La Granja de Los Pibes, de Tandil, que unos meses atrás participaron del rescate de otro puma en Necochea. Ellos fueron quienes sedaron al animal para luego ubicarlo en un cubil de madera acolchado.
El puma fue trasladado hacia las sierras de Tandil, donde fue liberado. Mientras tanto, el misterio de cómo llegó al patio de Ana María sigue sin ser resuelto por los vecinos de Juan N. Fernández.