El objetivo de dos mujeres rosarinas es “una vida mejor”, y con el correr de las campañas lo van logrando. Miriam Gori y Alejandra Chacón emprendieron una actividad que tiene como fin construir dos salones en la escuelita del Pozo el Bravo, en Salta, para lo cual necesitan materiales de construcción; además, quieren entregar medicamentos al centro de salud del lugar y ayudar a los chicos a iniciar las clases con todos los útiles. “Juntos una vida mejor” es ya una marca registrada de la solidaridad, con la premisa de que entre todos nada es imposible y de cómo un esfuerzo en conjunto puede cambiar la vida de todo un pueblo. Las donaciones se recibirán hasta mediados de marzo a los teléfonos 156-898638 (Alejandra) y 155141531 (Miriam).
Chacón, en diálogo con El Ciudadano, agradeció la cooperación que reciben de los ciudadanos, también de laboratorios, empresas y de los mismos colaboradores que las acompañarán en este viaje para ayudar a las 27 familias que habitan Pozo el Bravo.
Claro que la solidaridad demuestra ser mucho más fuerte que cualquier otra gestión, dada la travesía que deben realizar las responsables de este grupo y sus acompañantes. Según comentó Chacón, el viaje hacia Pozo del Bravo (a 170 kilómetros de Tartagal) lleva unas 27 horas, de las cuales las últimas cinco se realizan a duras penas en calles de tierra. “Por la época lluviosa, a comienzos de abril, se va a complicar por el lodo en la ruta, pero ya conocemos muy bien ese camino así que no hay de qué preocuparse”, confió la mujer.
“Conocemos de cerca la situación de los habitantes de Pozo del Bravo, hace ya varios años que estamos trabajando y llevando donaciones y esta vez también vamos a trabajar sobre las acciones del gobierno en ese lugar”, comentó Chacón. Es que el año pasado, ante la falta de agua en esa población, “Juntos una vida mejor” llevó agua mineral en bidones y botellas, además de dos tanques de agua de 10 litros cada uno. Fue así como el gobierno salteño implementó un sistema de techado de chapa a dos aguas, para que se pueda recolectar el agua de lluvia y así aliviar un poco la situación.
“Vamos a utilizar este sistema para la construcción de los dos saloncitos de la escuela del Pozo, una escuelita que se destruyó con el último sismo en Salta”, compartió.
Chacón explicó que se espera la colaboración de a gente con materiales para la construcción para poder llevar, junto a un grupo de albañiles, la primera semana de abril que tendrá en su comienzo el feriado del lunes 2 y los días Jueves y Viernes Santo en el cierre. “Va a ser una semana propicia para ponernos a trabajar en estos dos saloncitos, los chicos tienen que empezar las clases de la mejor manera, no tienen salones, así que hay que hacer algo al respecto”, sostuvo.
Detalles de la ayuda
“En esta oportunidad esperamos donaciones de útiles escolares, en especial mochilas. Porque se viene una época muy lluviosa en esta zona y los chicos no tienen cómo trasladar y proteger sus útiles. También, necesitamos todo tipo de material para construir los dos saloncitos y medicamentos para el centro de salud”, detalló.
Sobre los medicamentos, la mujer comentó que en diciembre se llevó una partida que ha sido agotada ante la gran demanda de los pobladores. “Necesitan de todo, desde aspirinas hasta gasas y guantes descartables y jeringas, todo de primeros auxilios, es una zona muy pobre que necesita de todos y de todo”, dijo.
Se necesitan antibióticos, amoxicilina, cefalexina, trimetropina/sulfa, ciprofloxacina, norfloxacina, antidiarreicos, analgésicos, antiinflamatorios, antipiréticos, digestivos, antialérgicos, antigripales, corticoides, pediculicida y pastillas anticonceptivas. También se necesita material descartable, como jeringas de 10 y de 5 centímetros cúbicos, agujas IM y EV, guantes descartables, bolsas de residuos, panales para niños, leche maternizada y material para curación como agua oxigenada, pervinox y gasas.
A su vez, advirtió que los donantes no envíen medicamentos cardíacos, dado que no hay profesional que pueda suministrarlos.